alberto abaitua

gasteiz. El secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, reclamó ayer un esfuerzo presupuestario para invertir en "cultura de paz". Y lo hizo en un escenario idóneo como es el Parlamento Vasco, donde Fernández acompañó al secretario general de Presidencia del Gobierno Vasco, Jesús Peña, y a los demás responsables de las ramificaciones de este área en la que también está ubicada la de más reciente creación que dirige el excoordinador de Elkarri.

La exposición general corrió a cargo de Peña y Fernández se limitó a despejar las dudas de las diferentes bancadas sobre un ámbito en el que los recortes generalizados en las Cuentas previstas por el Gabinete Urkullu para el próximo ejercicio no han tenido las misma trascendencia que en otros capítulos.

Como ejemplo, un apartado tan sensible como las ayudas a las víctimas, que se mantendrá en idénticos parámetros al del ejercicio de 2012 que rige de forma prorrogada la gestión actual del Ejecutivo autonómico.

Respecto a este colectivo, el parlamentario de EH Bildu, Julen Arzuaga, se interesó por la cantidad consignada para apoyar a las víctimas de motivación política o abusos policiales, dado que el fallido proyecto presupuestario presentado por Urkullu a mediados de año recogía 2,5 millones en este área frente a los 1,8 millones reservados en las Cuentas de 2014; un periodo en el que está previsto, además, que se apruebe el segundo decreto para compensar a los damnificados por este tipo de violencia en el periodo comprendido entre 1978 y la actualidad. De esta forma se completará el decreto aprobado la pasada legislatura que reconoce a las víctimas de 1960 a 1978.

Fernández respondió que los vaivenes de estas cifras no impedirán que todas las personas que se ajusten a los requisitos exigidos por ley para recibir estas ayudas sean compensadas por el Gobierno Vasco. Además, destacó que esta partida nace con tendencia "plurianual" para garantizar los apoyos económicos pertinentes.

El área de Lehendakaritza suma un presupuesto global de 102 millones, casi 50 menos que en 2012.