vitoria. Mientras cobran fuerza los rumores que sitúan a Patxi López en la carrera de las primarias para relevar a Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato del PSOE a la presidencia española, Rodolfo Ares ha querido dejar claras dos ideas: que, si finalmente López termina en Madrid, él no lo acompañará, y que tampoco cubriría su puesto en la CAV al frente del PSE. Es más, el secretario de Organización de los socialistas vascos adelantó en una entrevista con Efe su intención de retirarse paulatinamente de la primera línea de la política, tanto en Euskadi como en el Estado, tras haber sido uno de los principales pilares de la formación desde 1995.

En los últimos veinte años, Rodolfo Ares lo ha sido casi todo para el PSE. Desde el núcleo duro de la formación, y frecuentemente como hombre en la sombra más que como cara visible, ha sido clave en la toma de decisiones y se ha mantenido incólume como número dos pese a los vaivenes en la línea estratégica de su partido y los en ocasiones tumultuosos cambios de liderazgo. Trabajó a las órdenes de Ramón Jáuregui, defensor de los acuerdos transversales con el PNV; de Nicolás Redondo Terreros, que acuñó la política de trincheras con el PP de Jaime Mayor Oreja; y de Patxi López, que en un primer momento pareció desechar la idea del frente constitucionalista pero que poco después gobernaría con el apoyo de los populares aunque, tras las últimas autonómicas, rompió definitivamente con los conservadores para virar a la izquierda. En ciertos ámbitos lo han considerado un superviviente, aunque otros atribuyen su continuidad a su condición de estratega y a su capital político.

Su control diario del partido únicamente se ha visto interrumpido por su incursión en el anterior Gobierno Vasco como consejero de Interior, una cartera de gran peso político que, si bien lo alejó del aparato de la formación, lo convirtió en un poder fáctico en Lakua y en lehendakari en la sombra como mano derecha de López. Tras las últimas elecciones autonómicas y la renovación del PSE, recuperó su condición de número dos como secretario de Organización y Coordinación. Pasó a copar así dos áreas que hasta la fecha habían compartido Alfonso Gil y Mikel Torres.

Tal ha sido su influencia desde 1995 que en 2011 llegó a especularse con su salto a Madrid. Cuando Rubalcaba dejó el Ministerio del Interior del Gobierno de Zapatero, se interpretó que la maniobra servía para hacer hueco a Ares, por aquel entonces responsable del mismo departamento en Lakua y adalid de mediáticas actuaciones con mucha venta en la capital estatal como la retirada de los carteles con fotografías de presos. En varios círculos se apuntaba la posibilidad de que Ares y Rubalcaba protagonizaran la campaña de los comicios generales de ese mismo año. En ese momento la sintonía entre el PSE y el secretario general del PSOE era máxima, dado el apoyo del socialismo vasco a Rubalcaba frente a Carme Chacón.

Más tarde, cuando tomaron cuerpo los rumores que situaban a Patxi López en la carrera para relevar a Rubalcaba como candidato, se especuló con que Ares podría formar parte de su eventual equipo en Madrid, quizás como ministro. Sin embargo, también podría quedarse en Euskadi por si López resultara victorioso y dejara vacante el PSE, supuesto en el que Ares podría convertirse en el nuevo líder del socialismo vasco. En las últimas jornadas, sin embargo, ha dejado de figurar en esa quiniela, y sí han sonado, por el contrario, Mikel Torres, Idoia Mendia y José Antonio Pastor. El propio Ares negó ayer que aspire a la Secretaría General del PSE o que planee hacer las maletas para dirigirse a Madrid.

El socialista, que comenzó su carrera como concejal en Bilbao en 1983, explicó a Efe que no tiene "ninguna voluntad" de incorporarse a la política de Madrid. "He formado parte de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE más de ocho años, he ido dando pasos atrás, y mi decisión personal es ir dando otros pasos atrás en los próximos años", dijo. Tampoco sucedería a López al frente del PSE. "Radicalmente no. Mi vocación es dejar cada vez más responsabilidades, ayudar al partido a que vuelva a contar con la confianza de los ciudadanos, pero sin asumir más responsabilidades de las que tengo, sino todo lo contrario: ir dejando algunas (...). Siempre he creído que hay que retirarse cuando toca la edad, no forzar el seguir y sí, se podría decir que voy para la prejubilación", zanjó.

opciones De sus palabras se desprende que su retirada no será inmediata, sino que irá pasando a un segundo plano paulatinamente. No obstante, su apuesta por "ayudar al partido" podría traducirse en que Ares continúe como gurú, en la sombra, moviendo los hilos y sin cargos relevantes a nivel orgánico, papel en el que podría encajar su perfil.

"Hay que retirarse cuando toca la edad y sí, se podría decir que voy a la prejubilación"

rODOLFO aRES

Secretario de Organización del PSE