vitoria. Finalmente el PP, el partido en el Gobierno español, participará en la manifestación del próximo domingo organizada por algunas asociaciones de víctimas en protesta contra la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sobre la doctrina Parot que dicta la excarcelación de Ia presa de ETA Inés del Río y que abre la puerta a la puesta en libertad de decenas de reclusos de la banda y otros presos comunes. La formación popular ha cedido ante las presiones de estos colectivos que reclaman al presidente Mariano Rajoy que no acate la resolución del tribunal de Estrasburgo, y enviará a la movilización una amplia representación al más alto nivel encabezada por Esteban González Pons, Carlos Floriano y Javier Arenas.

El miércoles, nada más hacerse pública la convocatoria de la manifestación, algunos dirigentes cualificados como el presidente de la Comunidad de Madrid y la alcaldesa de la capital española, Ignacio González y Ana Botella respectivamente, así como la presidenta del PP en Madrid, Esperanza Aguirre, y algunos barones del partido como Jaime Mayor Oreja ya anunciaron su intención de asistir, en medio de un debate interno entre quienes abrazaban la convocatoria y quienes la desaprobaban.

Para evitar el riesgo de fractura interna en un tema tan sensible, Génova decidió ayer sumarse a la manifestación del domingo. El acto permitirá visualizar la paradoja de miles de personas reclamando al Gobierno español que no acate una sentencia de la Corte europea, y entre la multitud habrá una notable participación de dirigentes del PP. En este sentido, el presidente Rajoy señaló ayer que "ahora son los tribunales los que tienen que tomar las decisiones y los que tienen que respetar la legalidad como tiene que respetarla el Gobierno y cualquiera".

Tras el fallo de Estrasburgo y la excarcelación de Inés del Río, la formación popular atraviesa una delicada situación maniatado por un lado por las víctimas y por otro por su obligación de respetar, como gobierno de un país miembro del Convenio de Derechos Humanos, las resoluciones del tribunal europeo.

Tras años expoleando desde la oposición a las posiciones más extremas en la lucha contra ETA, el PP se encuentra ahora con que no puede detener las demandas de algunos colectivos de víctimas. La sentencia sobre el caso de Inés del Río ha dejado al partido liderado por Rajoy a los pies de los caballos ante las víctimas y para no desairarles aún más el PP se ha visto forzado a sumarse a la manifestación.

La sentencia de Estrasburgo ha destapado al Rajoy malabarista. El pasado martes esquivó a la prensa que le requería su opinión sobre el fallo y como buen escapista liquidó el asunto con un "Está lloviendo en Madrid". Ayer ejerció de equilibrista al señalar que el Gobierno no acudirá a la manifestación pero, a renglón seguido, afirmar que la resolución judicial es "injusta y equivocada".

El PP de la CAV también enviará una delegación de alto rango a la manifestación, que estará encabezada por su presidenta Arantza Quiroga. Según fuentes del partido, acudirán "con el deseo de compartir el dolor que genera que criminales salgan excarcelados de esa manera". Junto a Quiroga está previsto que acudan a Madrid los principales dirigentes de la formación, ya que se trata de una organización que "también ha sido víctima del terrorismo y no puede no estar en una manifestación" como la del domingo.

El fiscal superior de la CAV, Juan Calparsoro, señaló ayer en declaraciones a Onda Vasca que se "resiste" a llamar "terrorista o asesina" a Inés del Río, "porque lo ha sido sin duda, pero ya no lo es" ya que "ha tenido 26 años de cumplimiento efectivo de condena" y "ya ha cumplido con la sociedad". Algunas víctimas y sindicatos policiales han exigido al fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, que tome medidas contra él por estas manifestaciones.