vitoria. En su doble condición de líder de la nueva marca abertzale, Sortu, y miembro de la bancada de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Hasier Arraiz ha ocupado desde el inicio de la legislatura un discreto segundo plano en la actividad legislativa que en apenas unas semanas ha dado un giro de 180 grados.
El insulto proferido al portavoz del PP, Borja Sémper, la consiguiente queja de los populares y el proceso sancionador iniciado por la Mesa de la Cámara vasca ha situado a Arraiz bajo la lupa de todas las miradas, un lugar que hasta ahora, en lo que concierne a su grupo, ocupaban tanto la portavoz Laura Mintegi como su segundo de a bordo, Julen Arzuaga.
La discreción con la que Arraiz ha acometido su incorporación al Legislativo autonómico ha sido tal que junto a la aforada jeltzale Josune Albizua es el único parlamentario que todavía no ha debutado durante un pleno en el atril de oradores. Pero el renovado protagonismo del coordinador de Sortu en el Parlamento Vasco se verá acrecentado a partir de mañana con su debut frente a sus compañeros de institución. Arraiz ha elegido para la ocasión una proposición no de ley en la que EH Bildu buscará que la Cámara vasca comparta su "felicitación y solidaridad para con el pueblo catalán y su Parlamento", según consta en el enunciado que figura en el orden del día del pleno.
A la espera de que cada bancada de la Cámara fije sus posiciones ante la creciente intensidad de los aires independentistas que llegan desde Catalunya y la defensa del derecho a decidir de estos ciudadanos, la evidente división sobre este asunto en el Parlamento Vasco ha tenido su primera consecuencia en forma de sendas enmiendas que UPyD, PNV y PSE han presentado a la propuesta de EH Bildu.