¿Qué grado de peligrosidad tienen estos grupos de extrema derecha en el Estado español?
En España son más reducidos que en el resto de Europa. Hay una parte del continente donde su expresión resulta mayor y donde el discurso nazi y las actitudes violentas son más manifiestas, como en Hungría. Extraña más lo de Finlandia, porque siempre imaginamos que por ahí eso debería estar superado. Ocurre que en los últimos doce años el Estado español ha sido, tras Estados Unidos, el país que más emigrantes ha recogido. Pero hoy en día la extrema derecha y centro derecha está concentrada en el PP. El problema es que ese discurso xenófobo se introduzca en la médula del partido y comparta parte de él, como hacen Sánchez-Camacho o el alcalde de Badalona. De alguna forma hay que estar al tanto de eso y seguirlo. Cuando aparece un partido xenófobo es necesario gestar una especie de cinturón sanitario entre el resto para no dejarle acceder al poder. Basta que lo emules para que perdamos la partida.
¿Se debería ilegalizarlos?
Yo no tengo duda de que debe haber leyes contra estos partidos porque en su ánimo está derogar los derechos de una parte de la población. Una persona que trabaja, tiene la residencia asentada y contribuye como otra, debe poseer los mismos derechos que otra nacional. Por eso hay que perseguir a estas formaciones como Amanecer Dorado en Grecia, que lo mejor que nos puede pasar es que les caiga todo el peso de la ley. El problema es que Europa ha dejado manga ancha durante mucho tiempo a esta especie de grupos. Estamos cerca de unas elecciones europeas donde aquellos partidos que nuclean el sistema democrático pueden recibir el castigo severo de los ciudadanos por aquello de la crisis económica, y nos podemos encontrar con un Parlamento Europeo no solo ingobernable, sino también peligroso. En épocas de crisis estos partidos con mensaje populistas hallan en el enfado de las clases medias buena parte de su vivero, además de en los sectores más pobres de la sociedad por el tema de la inmigración. Recogen mucho desencanto.