Donostia. La comunidad educativa vasca tiene ya su primer "microacuerdo" para promover una cultura de paz y convivencia en los centros vascos. Se trata de un compromiso que asume el tejido educativo de Euskadi basado en cuatro pilares dirigidos a prevenir conflictos destructivos, vulneraciones de derechos y fenómenos de violencia tanto en las aulas como fuera de ellas.
Un acuerdo, denominado Gizalegez, amplio y plural que fue firmado ayer en el Kursaal de Donostia y en el que están implicados, además del Gobierno vasco a través de la Secretaría General de Paz y Convivencia y el Departamento de Educación, las tres universidades vascas, el Consejo Escolar, Sarean (asociación de centros públicos), Asociación de Ikastolas, Kristau Eskolak, asociaciones de padres y madres y los sindicatos UGT y CCOO entre otros agentes educativos.
La búsqueda de "microacuerdos" es uno de los objetivos metodológicos fundamentales del Plan de Paz y Convivencia del Ejecutivo vasco elaborado por Jonan Fernández y que aún está en fase de incorporación de las aportaciones de partidos políticos y grupos sociales para su reelaboración y aprobación definitiva. El propio texto fija que el "microacuerdo" es "un método de trabajo con una vocación acumulativa y progresiva que permita construir mediante pequeños fragmentos de acuerdo una perspectiva final de consenso básico, sólido y consistente". Con esta base filosófica y tras varios meses de trabajo de diálogo y debate, el Acuerdo Gizalegez suscrito ayer en el ámbito educativo supone un compromiso por responder de manera "preventiva" a las actitudes que se consideran "las cuatro grandes causas de ruptura de la convivencia", es decir, "el dogmatismo, el fatalismo, el maniqueísmo y el sectarismo". Para ello, y dado que está dirigido al mundo educativo, utiliza la metodología tradicional de la enseñanza -las denominadas cuatro reglas básicas: sumar, restar, multiplicar y dividir-, enfocadas siempre hacia la cultura de la convivencia.
En definitiva, se trata de trasladar a los escolares que la convivencia es la aceptacón de que "nuestras perspectivas son siempre incompletas" (restar), aprender a "promover las oportunidades entre las dificultades" (sumar), asumir "nuestra responsabilidad ética en cada circunstancia" (dividir) y "comprender el valor superior del respeto a la dignidad humana" (multiplicar).
El texto del acuerdo, que fue leído ayer durante su presentación pública por dos estudiantes en presencia de los firmantes del mismo, "no es un punto de llegada, sino de salida", según explicó el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, artífice del mismo junto con la asesora Aintzane Ezenarro. "Abre un camino a la esperanza porque se quiere mejorar las condiciones para la convivencia", añadió Fernández, quien insistió en que este compromiso "mira al futuro".
ausencia En este sentido, el acuerdo nace con el déficit de la ausencia en la firma de los sindicatos ELA, LAB y STEE-EILAS, aunque el secretario de Paz y Convivencia insistió en que buscarán su incorporación. ELA explicó que considera la propuesta como "un avance", aunque decidió no sumarse al advertir que "faltan acuerdos políticos y sociales básicos". Por su parte, STEE-EILAS informó de que "comparte en gran medida" el contenido, pero consideró "imprescindible" que la comunidad educativa "tome parte en dicho proceso". El Gobierno Vasco se plantea ahora el reto de incorporar a estos sindicatos y, en diálogo permanente con la comunidad educativa, alcanzar un consenso amplio sobre el programa adicional de actuación concreta en las aulas.
El 'Acuerdo Gizalegez' establece cuatro bases para la prevención de conflictos, vulneración de derechos y violencia
El texto lo firman las tres universidades vascas, los centros de enseñanza, asociaciones de padres y sindicatos
ELA, LAB y STEE-EILAS no lo han suscrito aunque valoran el contenido
de forma positiva