vitoria. Se esperaba un encendido debate sobre el papel armonizador del Parlamento en el monográfico de fiscalidad, pero la cuestión pasó a hurtadillas por el debate, sin apenas hacer ruido. Fue sintomático que el socialista José Antonio Pastor ni hiciera referencia a ese asunto en su primera intervención. Sí lo hizo en cambio Josune Gorospe, quien defendió que el PNV ha dado "un paso importante" al suscribir el acuerdo con el PSE. Sin embargo, "no se ha movido ni un solo milímetro" del actual marco competencial, en el que son las diputaciones, a través de las Juntas, las que marcan el rumbo de la política fiscal.
Durante el cruce de reproches de las réplicas, Pastor llegó a amenazar a la bancada de EH Bildu con explorar las vías que ofrece la ley para forzar una armonización en los tres territorios si Gipuzkoa se queda al margen del pacto. Sin embargo, aseguró que en ese caso sería el Órgano de Coordinación Tributaria, en el que están representadas las tres diputaciones y el Gobierno Vasco, quien determinaría los desajustes para remitirlo más tarde al Parlamento.
El representante de UPyD, Gorka Maneiro, incidió en su habitual petición de pedir la supresión de las Juntas y las diputaciones. Poner fin a la foralidad.
La única nota discordante se produjo en el momento de la votación, cuando EH Bildu intentó que se visualizaran fisuras en el pacto fiscal de PNV y PSE. La izquierda abertzale elaboró sus resoluciones de forma que los dos partidos que llevaban su propuesta al Parlamento podrían verse forzados a votar por separado, un aspecto que más tarde sería señalado como una incongruencia dentro de la sintonía que mantienen. Los promotores del pacto fiscal evitaron caer en esa trampa solicitando que las resoluciones de cada grupo se votaran en bloque, un mecanismo contemplado en el reglamento, y al que accedió la Mesa de la Cámara.
En respuesta, EH Bildu renunció a votar las propuestas del resto de partidos y buscó generar controversia convocando una rueda de prensa al término del pleno. En ella, Marian Beitialarrangoitia acusó a la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejería, de "hacer fraude a la sociedad por poner los intereses del PNV y PSE por delante de los de la ciudadanía". Tejería negó las acusaciones y recordó que ese mecanismo se ha utilizado en anteriores debates monográficos.