gasteiz. El secretario general de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, afirmó ayer en una entrevista concedida a Onda Vasca que hay "margen de maniobra" para que el Plan de Paz recoja aportaciones de todas las sensibilidades políticas. A su juicio, los puntos en los que más habrá que trabajar, por las alegaciones que se han hecho, son los de la Ertzaintza y el Instituto de la Memoria. Fernández se pronunció en esa clave poco después de que finalizara el plazo de presentación de alegaciones de los partidos y agentes sociales y, por tanto, habló con datos sobre la mesa. Para Fernández, el Plan y la Ponencia de Paz del Parlamento "son muy complementarios", y recordó que el primero de ellos "tiene que impulsar un proceso en el que hay unas cuantas obligaciones", como exigir y acompañar el cese definitivo de ETA, el desarme, el final de la banda, y también "clarificar el pasado". "Tenemos que construir la memoria que clarifique lo que ha pasado y construir una sociedad que tenga una convivencia integrada, sin mundos separados y poco más", subrayó.
Por lo que respecta a la ponencia del Parlamento, manifestó que "es un sitio perfecto porque es un ámbito institucional y permite trabajar con una cierta discreción". "Estamos condenados, como sociedad, a buscar ese espacio de diálogo y de entendimiento entre las distintas familias políticas de este país", señaló. Tras mostrar su convencimiento de que la Ponencia de Paz "desencallará", precisó que "las cosas van a ir a mejor, no a peor". "La sociedad difícilmente entiende que se mantenga esta política de no diálogo y, al final, el elemento tractor de los cambios siempre es la sociedad, que en estos momentos tiene otras prioridades, y quiere que, en este tema, demos pasos definitivos para asentar de una vez por todas la paz, y para tener una convivencia normalizada", añadió.
A juicio de Fernández, "es un pena" que el Gobierno de Mariano Rajoy "no ponga mucho interés" en el proceso de pacificación, y recordó que el lehendakari Urkullu y el Gobierno vasco "están reclamando otra actitud por parte del Gobierno español". Por ello, pidió al Gobierno español que sitúe este asunto "en el lugar de preferencia o prioridad que debe tener". "Bastaría con que el Ejecutivo de Rajoy aceptara como criterio que, en este tema tan delicado e importante, buscara el consenso con las instituciones vascas y no actuara de forma unilateral".
Quiroga y las torturas En este contexto, la presidenta del PP en la CAV, Arantza Quiroga, rechazó ayer analizar el tema de la tortura en el debate del Plan de Paz ya que, a su juicio, solo serviría para "ahondar en esa teoría de que aquí ha habido dos partes enfrentadas, y eso sería no responder a la realidad ya instalada en la sociedad vasca".
En una entrevista en Onda Cero, Quiroga señaló que la sociedad vasca tiene muy claro lo que ha ocurrido en Euskadi. "La sociedad está yendo por delante de los políticos. Tiene asumido qué ha pasado aquí, quién ha estado en un sitio, quién ha estado en otro, y quiere encarar un futuro que, por primera vez, lo podamos vivir en libertad y de otra manera", manifestó.