madrid. El Ministerio de Interior español aseguró ayer permanecer "en guardia" ante el auge que está experimentado la extrema derecha en los últimos meses en España. A la vista de que la cuestión soberanista catalana ha resultado un caldo de cultivo para que los partidos y organizaciones ultras hayan intensificado sus posturas violentas, el ministro Jorge Fernández Díaz tomó ayer "nota" de la petición de ilegalización de estos colectivos que la oposición le solicitó, aunque de sus declaraciones se desprende que no se tomarán más medidas que las estrictamente policiales.

Fernández Díaz compareció en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, cuestionado por varias formaciones especialmente para dar cuenta sobre la actuación policial tras el ataque de un grupo de ultras a la sede de Blanquerna, cuando representantes políticos catalanes en Madrid celebraban la Diada del pasado 1 de septiembre.

El ministro aseguró que no será él el que se oponga a aplicar la Ley de Partidos a cualquiera formación de corte ultraderechista que, "de forma grave y reiterada", se vea envuelta en conductas que requieran poner en marcha el mecanismo de ilegalización. Pero, por el contrario, también emplazó al resto de formaciones a "no generar una alarma social" al respecto, ya que "es absolutamente inadecuada porque no responde a la realidad".

"Tengamos muy presente y la convicción de que yo, como ministro del Interior, estoy para cumplir y hacer cumplir la Ley de Partidos y todo lo previsto en el Código Penal, incluidos los supuestos ilegalización con independencia de la ideología", evidenció sobre las peticiones que le llegaron de dejar fuera de la legalidad vigente a las formaciones de extrema derecha que estivieron detrás del ataque al Blanquerna.

Ferández Díaz precisó que entre 2012 y 2013 se detuvieron a 200 personas de grupos ultras, tanto de izquierda como de la derecha. No obstante, reconoció que los hechos ocurridos en Madrid en la Diada, junto con la proliferación de actuaciones de la amalgama de formaciones políticas de extrema derecha que actualmente existen en el Estado español, son "un punto de inflexión" que pone de manifiesto que hay que seguir vigilando estos comportamientos.

Pero, a renglón seguido, el ministro del Gobierno del PP buscó equilibrar la balanza poniendo como ejemplo las agresiones que mienbros de su partido han debido soportar en Catalunya, pero también en Euskadi. Es más, el asalto en Blanquerna sirvió al máximo responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para recordar que solo en Catalunya se han producido en lo que va de año 31 agresiones a sedes y dirigentes del PP, escraches a diputados de esa formación, o que en el País Vasco algunos grupos que "ahora están en las instituciones" han promovido "reacciones de odio contra otras personas". "Ya me gustaría que hubiera habido una reacción como la que se ha producido por el asalto en Blanquerna", contestó haciendo referencia a la tibieza mostrada por algunos partidos.

"no mezclar" Las palabras del titular de Interior tuvieron una rápida réplica, sobre todo por su equiparación a los ataques sufridos por el PP en los últimos meses, por parte de los grupos de la oposición. Las formaciones catalanes, como es el caso del PSC, aseguraron que Feréndez Díaz no está afrontando el rebrote de actividad de grupos fascistas "con la dignidad que merece" y le ha reprochado que intente "mezclar" este asunto con los asaltos a sede políticas. CiU, por su parte, reiteró su "condena" a todo tipo de actuaciones violentas, "vengan de donde vengan", y mostró su "repulsa" para todo tipo de agresión, porque "estas acciones no deben defenderse nunca". Por último, ERC elevó su crítica al recordarle que cuatro sedes de su partido fueron asaltadas en Barcelona entre el 10 y el 12 del mes de septiembre de este año, y que estas agresiones "son tan vergonzantes" como las que han padecido los populares.