MAdrid. El fiscal del caso Faisán, Carlos Bautista, no descartó ayer que detrás del chivatazo a ETA en 2006 pudiera haber "otras personas" aparte de los acusados Enrique Pamies y José María Ballesteros, por lo que esperó que, si se les condena, ocurra como con el excomisario José Amedo en los GAL y "algún coimputado" hable. El representante del Ministerio Fiscal se refirió de esta manera a la posibilidad de que el soplo que permitió escapar a un miembro del aparato de extorsión de la banda armada pudiera tener episodios futuros al provenir de las altas esferas políticas de la lucha antiterrorista.
El chivatazo, por el que la Fiscalía mantiene los delitos de revelación de secretos y colaboración con ETA para los dos encausados -ambos exresponsables de la Policía Nacional en la CAV-, sucedió mientras la banda armada y el Gobierno español, entonces en manos del PSOE, negociaban después de el alto el fuego decretado por la organización solo un mes antes de los hechos que se juzgan en la Audiencia Nacional.
En la sesión de ayer del juicio, que continuará este próximo lunes con los informes de conclusiones definitivas de las acusaciones y defensas, el fiscal avanzó que existen indicios suficientes que "dan a entender que hay más personas" detrás del soplo, pero no son lo suficientemente sólidos para que la Fiscalía haya ido "más arriba". "Vamos a esperar, en este caso, si hay una sentencia condenatoria, a que algún coimputado haga lo que pasó en el GAL con el señor Amedo, es decir: hablar", afirmó. Quedó "claro", a juicio de Baustista, que con la filtración se produjo, "por medios criminales, ilícitos y delictivos, una coadyuvación a un objetivo que entonces era legítimo: acabar con ETA a través de un proceso".