vitoria. Tras un vertiginoso arranque del curso político, con el pacto PNV-PSE, la búsqueda de un tercer socio, y la marejada en la Ponencia de Paz, el Gobierno Vasco se asoma a una semana igualmente ajetreada. Por un lado, deberá afrontar el pleno de política general del jueves en el Parlamento Vasco, al que Iñigo Urkullu acudirá más desahogado una vez encauzado el acuerdo entre jeltzales y socialistas. Por otro, el viernes culminará el plazo de presentación de alegaciones a su Plan de Paz, un trámite que augura mayores turbulencias, ya que todos los partidos tienen algo que objetar, aunque con matices y distinta disposición. Además, el Ejecutivo vasco ya daba por descontadas esas discrepancias en una cuestión tan sensible como la paz y la convivencia. El PP se ha mostrado muy crítico, aunque realizará sus aportaciones con afán de mejorar el plan; el PSE también cree que debería perfeccionarse la iniciativa subrayando las responsabilidades de ETA y la izquierda abertzale; EH Bildu echa en falta una mención más política a las causas del conflicto; y UPyD cree que no se salva ningún punto del plan. Lakua analizará las aportaciones que reciba, y no tardará en hacer público su primer análisis. Una semana después de que expire el plazo de las aportaciones, es decir, a finales de septiembre, dará a conocer qué alegaciones pueden tener encaje en la propuesta.
El secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, ha intensificado sus contactos con agentes sociales y víctimas para conocer sus impresiones sobre sus planes. El viernes se cerrará el buzón de su oficina, y será a partir de entonces cuando examine con mayor detenimiento qué aportaciones pueden incorporarse a la iniciativa. En concreto, hará pública una semana más tarde su lectura sobre las alegaciones, para explicar cuáles asume y cuáles desestima. Fuentes de Lehendakaritza explicaron a DNA que Fernández comparecerá ante los medios de comunicación -el formato podría variar, aunque se da por sentado que habrá aparición pública, más ceremoniosa que una simple nota de prensa-, y realizará una primera valoración que se centrará en el análisis de las sugerencias de las formaciones.
No obstante, el esbozo de Fernández no será el plan definitivo que se aprobará en Consejo de Gobierno. El secretario de Paz y Convivencia no desglosará todos los puntos del proyecto ni realizará un análisis integral, sino que se limitará a valorar las alegaciones. El proyecto final, más amplio, será refrendado en Consejo de Gobierno a mediados de noviembre. Fernández se propone tejer el máximo consenso, aunque la tarea se presenta espinosa. Sin embargo, los tres partidos mayoritarios de la oposición han decidido participar en la presentación de alegaciones y no han respondido con su veto, lo que en sí mismo puede resultar positivo para Lakua ya que, al menos, le brinda terreno de juego para buscar un acuerdo. Ese escenario no parecía garantizado hace meses, cuando el PP rechazaba cualquier iniciativa en esa dirección por considerar que centraba la atención en las cuestiones que preocupan a la izquierda abertzale.
las alegaciones del pp Fuentes populares consultadas por este periódico explican que aún no han hecho llegar sus alegaciones al Gobierno Vasco, aunque están ultimando el texto, que recogerá la visión del partido. En concreto, más que ir al detalle del documento, "que es muy extenso", se centrarán en la filosofía, y propondrán principios básicos que, por su carácter genérico, entienden que pueden resultar más útiles a la hora de "tejer complicidades". El PSE presentará hoy las suyas.