Washington/Moscú/Ginebra. E El presidente de Siria, Bachar al Asad, anunció ayer que entregará sus armas químicas a la comunidad internacional y negó que las hubiera empleado contra la población de su país, como afirma Estados Unidos. Las amenazas de intervención de los últimos días "se basan en una provocación con el uso de armas químicas en el suburbio de Damasco, Al Guta, y la provocación fue orquestada por el Gobierno de EEUU", dijo Asad en una entrevista exclusiva con el canal de televisión rusa Rossia 24.

Asad se refería al ataque perpetrado el pasado 21 de agosto cerca de Damasco, donde habrían muerto más de 1.400 personas por armas químicas, detonante del plan de ataque "limitado" anunciado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El líder sirio, en cambio, llamó a investigar el uso de armas químicas por parte de los rebeldes en otro incidente, ocurrido el pasado 19 de marzo en las afueras de la segunda ciudad siria, Alepo.

damasco pide una investigación Según Asad, las armas químicas fueron suministradas a la oposición desde el extranjero, y pidió que se investigue qué países las enviaron para que sean sancionados. "Tenemos que investigar de manera muy escrupulosa este asunto, para conocer la composición de estas sustancias, y qué bando las empleó. Y lo más importante, saber qué países entregaron las sustancias tóxicas a los terroristas, para luego castigar a estos países".

El líder del país árabe destacó que Damasco pondrá su arsenal de armas químicas bajo control internacional "debido a Rusia", que presentó esa iniciativa para evitar un ataque por parte de Washington y sus aliados. "Las amenazas de EEUU no han influido en la decisión de poner las armas químicas bajo control", afirmó Asad durante la entrevista realizada en Damasco. Asad exigió a Washington que renuncie a las amenazas como condición para entregar sus armas químicas y advirtió que Siria no se embarcará en el proceso de firma de la Convención Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas "de manera unilateral".

"Esto no significa que Siria suscribirá los documentos, cumplirá las condiciones y ya está. Es un proceso de dos vías y, principalmente, contempla el que EEUU abandone su política de amenazas contra Siria y en qué medida será aceptada la propuesta rusa", comentó.

Asad agregó: "Cuando veamos que EEUU realmente desea la estabilidad en nuestra región y deje de amenazar, y de empeñarse en un ataque, y también cese los suministros de armas a los terroristas consideraremos que se pueden llevar a cabo los procesos necesarios hasta el final".

"Bajo mi punto de vista, el acuerdo entrará en vigor un mes después de la firma y, entonces, Siria comenzará a entregar los datos sobre las reservas de armas químicas. Son procesos estándares. Y nosotros nos adheriremos a ellos", comentó.

La ONU informó ayer de que ya ha recibido un documento de las autoridades sirias con el que inicia los trámites legales para unirse a la Convención Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas. "Después, comenzará el trabajo que conducirá a la firma de la Convención sobre la prohibición de armas químicas. Esa convención contiene muchos puntos. Uno de ellos es la prohibición de la producción de armas químicas y también la prohibición de su almacenamiento y empleo", señaló Asad.

En su opinión, "si deseamos estabilidad en Oriente Medio, es necesario que todos los países se adhieran a los acuerdos, y el primer país que debe hacerlo es Israel, pues Israel posee armas atómicas, químicas y biológicas y toda clase de armas de destrucción masiva".

guerra en toda la región En relación a la acción militar anunciada por la Administración de Obama, Asad señaló que "cualquier guerra contra Siria se convertirá en una guerra que destruirá toda la región y Oriente Medio entrará en una espiral de problemas e inestabilidad durante décadas y afectará a las generaciones venideras".

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha advertido de que la propuesta rusa de que Siria coopere con la comunidad internacional en el control de armas químicas servirá sólo si EEUU y sus aliados renuncian al uso de la fuerza contra Damasco. "El Estado ruso jugó un importantísimo papel en este proceso porque nosotros ni confiamos ni tenemos contactos con Estados Unidos. Rusia es el único Estado que puede llevarlo a cabo" (el plan), dijo Asad.

rusia acusa a los rebeldes El presidente ruso Vladimir Putin firmaba ayer un artículo en el diario estadounidense The New York Times en el que hablaba de una creciente confianza entre él y el presidente estadounidense Barack Obama. Pero a su vez criticaba duramente a Estados Unidos y acusaba de Washington de apostar de forma también creciente por la "cruda violencia" en los conflictos que se producen en el mundo. Putin advirtió en contra de un ataque militar contra el régimen de Bachar al Asad e insistió en que los rebeldes fueron los responsables del ataque con gas venenoso del pasado 21 de agosto en el país árabe.

Por otro lado, el diario The Washington Post señaló ayer que el servicio secreto estadounidense (CIA) ya ha comenzado a suministrar armas ligeras, munición, así como equipos de comunicación y médicos a los insurgentes. Los primeros suministros llegaron al país árabe en las últimas dos semanas. Eso significa, que junto a los suministros que se han hecho de vehículos u otros equipos de armamento se está ampliando significativamente el papel de Estados Unidos en la guerra civil siria, señaló el diario norteamericano.

Estados Unidos confía en poder reforzar así a los insurgentes que ya luchan desde hace dos años y medio contra Al Asad.

Según estima el gobierno estadounidense, no habrá rápidamente una solución diplomática al conflicto. "Creo que eso tardará un tiempo", dijo el miércoles el portavoz del presidente estadounidense Barack Obama, Jay Carney.

La búsqueda de una solución diplomática a la guerra civil en Siria podría desatar nuevos enfrentamientos a gran escala en el país. Los expertos internacionales creen que en los próximos días habrá intensos combates en Siria tras el anuncio de Estados Unidos de que no atacará el país de forma inminente, indicó ayer en Londres el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS). "Entre los rebeldes hay una fuerte sensación de abatimiento y abandono", señaló el experto para Cercano Oriente Emile Hokayem, del IISS, durante la presentación del informe anual "Strategic Survey" sobre los conflictos a nivel internacional.

El régimen, agregó Hokayem, será el que sacará provecho de esa pasividad.