sevilla. Evitar al Gobierno andaluz el desgaste por el caso de los ERE y propiciar un cambio generacional en los dirigentes de aquella comunidad fueron los dos argumentos formales esgrimidos por José Antonio Griñán en su despedida formal de la presidencia de la Junta. Sin embargo, el hecho de que permanecerá como parlamentario autonómico, secretario general del PSA y presidente del PSOE, unido a su aspiración de convertirse en senador, han alimentado las críticas de sus detractores que aseguran que Griñán se va por la puerta de atrás y tratando de blindarse ante una eventual imputación en el caso de los ERE (si es senador sólo le podría juzgar el Supremo). Por contra, desde el PSOE califican la marcha del presidente andaluz como "hecho histórico" y reclaman a Rajoy que siga su ejemplo para no dañar la imagen de España.
Hasta el nombramiento de la actual consejera de la Junta, Susana Díaz, como máxima responsable del Ejecutivo andaluz el próximo 5 de septiembre (no habrá problemas ya que IU apoyará el nombramiento), el gabinete autonómico actuará en funciones.
inocencia En una puesta en escena muy medida en la sede del Ejecutivo andaluz, Griñán reconoció por primera vez que se marcha "para preservar a la presidencia de la erosión del caso del fraude en los ERE". Pero el ya expresidente andaluz, de 67 años, no quiso incidir exclusivamente en este hecho y, además del cambio generacional, justificó su decisión por cuestiones "personales y familiares". Sin embargo, debió reconocer que esas cuestiones están relacionadas, precisamente, con su posible implicación en el caso de los ERE (que suma 116 imputados, entre ellos varios ex altos cargos de la Junta). Se quejó de que le han causado "apuntándole directamente" como responsable del fraude, aseguró que no contempla la posibilidad de ser imputado "porque no hay ninguna figura delictiva que se me pueda imputar" y lamentó que se haya puesto de "forma injusta el punto de mira en la presidencia de la Junta de Andalucía" por un caso que "ha dañado la imagen" de la administración andaluza y ha sido "una ofensa para muchas personas que pasan privaciones".
cambio Respecto al segundo motivo de peso para su salida, "la necesidad de optar por un cambio generacional y de género en la persona de Susana Díaz", Griñán dijo de ella que representa "a la mayoría social que hoy dirige empresas, asociaciones, hospitales o facultades". Añadió que él asumió la presidencia con la idea de "hacer la transición para el cambio, que no sea un lavado de cara sino un cambio de ciclo y un ajuste con los tiempos". Pero el cambio "no lo podía protagonizar yo". Recordó que en 31 años de autonomía andaluza la comunidad ha tenido cuatro presidentes nacidos entre 1944 y 1947,.
Tras su dimisión, Griñán seguirá siendo diputado autonómico, hasta que previsiblemente el día 5 sea nombrado senador (negó que con ello busque blindarse ante una posible imputación). Sobre el futuro gobierno, dijo no estar preocupado ya que el pacto de gobierno con IU es "sólido y fuerte".