Teherán. El presidente electo de Irán, el clérigo chií moderado Hasan Rohaní, fue ratificado ayer en el cargo por el líder supremo de la República Islámica, ayatolá Ali Jameneí, en una ceremonia previa a la toma de posesión de hoy ante todo el Parlamento. Este clérigo ha anunciado un cambio radical en el rumbo de Irán, sobre todo en los dos problemas centrales: la crisis económica y el aislamiento internacional y en un gesto sin precedentes. Prueba de los nuevos vientos que soplan en Irán es que Teherán ha invitado a la investidura a todos los mandatarios del mundo excepto Israel y EEUU.
En el acto de ratificación estuvieron entre otros, además de Jamenei y Rohaní, el presidente saliente, Mahmud Ahmadineyad, que deja el cargo tras los dos mandatos de cuatro años que le permite la Constitución. Rohaní, que planea relanzar la negociación nuclear, se convierte en presidente de Irán tras haber ganado, con el apoyo de los reformistas del régimen islámico, las elecciones del pasado 14 de junio, en las que obtuvo más del 50% de los votos frente a cinco oponentes, cuatro de ellos ultraconservadores islámicos y un tecnócrata.
En el texto de ratificación, Jameneí felicitaba al pueblo iraní por la apertura de una nueva etapa en el Ejecutivo con la elección de Rohaní, cuya figura elogia por sus casi cinco décadas de trabajo en favor de la Revolución Islámica y los más de treinta al servicio del régimen teocrático chií que gobierna Irán.
Según Jamenei, el pueblo iraní, con su participación de casi un 73% en los comicios que ganó Rohaní, "dio una respuesta decidida a los enemigos", en referencia a los países occidentales y sus aliados. Para él, la participación masiva en las elecciones es un mensaje claro a todo el mundo "de lealtad indiscutible a la revolución, de confianza y esperanza en el régimen de la República Islámica y de confianza en los clérigos valientes", como es el caso de Rohaní.
El moderado hasan Rohaní, apoyado por los reformistas del régimen islámico y por muchos electores ajenos y contrarios al sistema, llega a la Presidencia tras ganar en primera vuelta y por sorpresa los comicios del pasado 14 de junio.