vitoria. "Se han dado explicaciones ampliamente y se han tomado decisiones suficientes durante los cuatro años" que ha durado la instrucción del caso Palau. El president de la Generalitat, Artur Mas, defendió ayer la inocencia de CDC así como el proceder del partido y de sus dirigentes a medida que se han ido conociendo novedades sobre la trama de supuesto desvío de fondos y pago de comisiones al partido por parte del Palau de la Música. Incluso recordó que CiU ha recibido el acoso de la Fiscalía y del primer gobierno tripartito de Pascual Maragall y nunca han podido demostrar nada "porque no había nada". Es más, ayer volvió a garantizar que actuará con ejemplaridad si en el juicio se demuestra la culpabilidad, y que se devolverá "hasta el último céntimo de euro", retando a la oposición a que presente una moción de censura si desean que abandone el cargo.
"Si quieren que yo diga que el que tiene que irse es el president de la Generalitat, esto no lo voy a hacer", en todo caso, "si lo quieren, presenten una moción de censura y gánenla, a pesar de que yo no he sido imputado, hemos asumido responsabilidades y hemos tomado decisiones en otros asuntos", desafió Mas, para el que esta postura sería "absolutamente exagerada y absolutamente partidaria", pero "hay mecanismos para hacerlo". Mas delimitó las posibles responsabilidades del caso a los directores financieros de CDC y negó comisiones ilegales ni tratos de favor a constructoras. A su comparecencia, de tres horas, no asistieron los líderes del PPC, Alícia Sánchez-Camacho; del PSC, Pere Navarro; y de ERC, Oriol Junqueras; que delegaron sus intervenciones a los portavoces. El presidente de CiU en el Parlament, Jordi Turull, llamó "cobardes" a los dos primeros. La oposición coincidió en pedirle que dimita si se demuestra que CDC se financió ilegalmente.