Ciudad del Vaticano. El Papa Francisco dio ayer un paso más en la reforma de las instituciones vaticanas al crear una comisión para reformar la estructura económica-administrativa de la Santa Sede, que se une a otra para reformar el banco del Vaticano y al grupo de ocho cardenales nombrados para revisar la Curia. Mediante un quirógrafo, documento escrito a mano y firmado, con fecha 18 de julio, el pontífice ha creado esta comisión, cuyo objetivo es "la simplificación y racionalización" de los organismos existentes y una más cuidadosa planificación de las actividades económicas de todas las administraciones de la Santa Sede.
El papa Bergoglio pretende "soluciones estratégicas de mejoras, necesarias para evitar dispendios de recursos económicos, favorecer la transparencia en los procesos de adquisición de bienes y servicios y perfeccionar la administración del patrimonio mobiliario e inmobiliario". También para operar "siempre con mayor prudencia en el ámbito financiero, asegurar una correcta aplicación de los principios contables y garantizar asistencia sanitaria y seguridad social a todos los que tengan derecho".
La comisión está formada por ocho personas, siete laicos y un sacerdote. Como presidente de la comisión, el pontífice ha nombrado al economista Josep Zahara, de Malta, y el secretario será el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, de 52 años, secretario de la Prefectura para los Asuntos Económicos del Vaticano. Los otros miembros son el economista Enrique Llano (España), Jean Baptiste de Franssu (Francia), Jochen Messemer (Alemania), Francesca Inmacolata Chaouqi (Italia), Jean Videlain Sevestre (Francia) y George Yeo (Singapur).
La comisión recogerá información, que presentará directamente al pontífice, y cooperará con el Consejo de Cardenales para el Estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede. Asimismo, podrá colaborar con el grupo de trabajo formado por ocho cardenales, creado el 13 de abril para estudiar la reforma de la constitución apostólica Pastor Bonus, sobre la Curia Romana. La primera reunión se celebrará tras el regreso del papa Francisco de su viaje a Río de Janeiro (del 22 al 29 de julio) y se disolverá cuando el pontífice lo crea conveniente.
Un mes después de convertirse en papa, tras los casos de curas pederastas y el escándalo Vatileaks, que desveló enfrentamientos y supuestos casos de corrupción en la Curia Romana, Francisco creó el 13 de abril un grupo de ocho cardenales para que le aconsejen en el gobierno de la Iglesia y para que estudien un proyecto de revisión de la Curia Romana. El 26 de junio pasado, Francisco volvió a sorprender al crear una comisión de investigación para reformar el banco del Vaticano, envuelto desde hace años en numerosos escándalos financieros, compuesta por cinco miembros.