vitoria. Alfredo Pérez Rubalcaba testará hoy el estado en el que se encuentra el PSOE, que en ocasiones parece comatoso, después de unas semanas en las que la renuncia de José Antonio Griñán a repetir en la Junta de Andalucía y la imputación de numerosos cargos de esta autonomía por el caso de los ERE lo han vuelto a poner en el disparadero. Los 17 barones socialistas darán hoy su visto bueno a la propuesta del PSOE sobre modelo de Estado y reforma de la Constitución, en la que, si nadie lo evita, se dejará abierta la posibilidad de plantear el recálculo del Cupo vasco y la Aportación navarra para que sean más solidarias con el resto de comunidades.
Fuentes del PSE sostienen que la alusión al Concierto y al Convenio se mantienen como anunció Patxi López, constatando que son dos instituciones que "deben seguir manteniendo reconocimiento constitucional", pero con una coletilla -esa que dice "sin perjuicio de perfeccionar algunas de sus deficiencias en su aplicación práctica"- que deja prácticamente abiertas todas las puertas. Otras fuentes socialistas citadas por la agencia Efe decían ayer mismo que el texto finalmente aprobado aludirá a la necesidad de revisar el Concierto y el Convenio, tal y como habían reclamado varias federaciones, en especial el PSC, cuyo líder, Pere Navarro, incendió el debate al pedir simple y llanamente la derogación de estos dos instrumentos jurídicos. Habrá que ver cómo se plasma finalmente el asunto vasco tras el Consejo Territorial del PSOE de hoy.
El documento, que deberá ser ratificado en la Conferencia Política que los socialistas celebrarán en octubre, tiene su raíz en las tensiones generadas por la marea independentista en Catalunya, que ha descolocado al PSOE y ha abierto una gran brecha entre Ferraz y el PSC. El texto que ha coordinado Ramón Jáuregui propone la reforma de la Constitución para, entre otros, objetivos, buscar un encaje de Catalunya mediante un modelo de Estado al estilo federal, con la eliminación del Senado como cámara de segunda lectura y su conversión en un foro de representantes autonómicos.
ni consultas ni naciones Rubalcaba ha tenido que pactar con los diferentes barones, así que los sucesivos cepillados a los que ha sometido la propuesta en aras de un mayor consenso ha dado como resultado un texto con planteamientos muy generales, que anoche aún se limaba en la cena a la que acudieron los barones socialista. Lo que está claro es que el PSC no puede estar muy contento con la acogida que han tenido sus propuestas: el PSOE ya ha dicho no a la celebración de consultas territorializadas, al reconocimiento de Catalunya como nación y una federalización de la Justicia, aunque Ferraz podría ceder en el último aspecto.
Rubalcaba adelantó ayer que el único aspecto de los catalanes que tendrá alguna acogida será una alusión al llamado principio de "ordinalidad", esto es, que la contribución interterritorial no coloque en peor condición a las autonomías que como Catalunya contribuyen más respecto a las que se benefician. Habrá que ver qué opina al respecto el barón extremeño, Guillermo Fernández Vara, que ha llegado a pedir en las últimas semanas que el PSOE se desligue del PSC y se presente con siglas propias en Catalunya.
Alfredo Pérez Rubalcaba y Pere Navarro, en un acto de los socialistas el año pasado. Foto: efe
Las diferencias han obligado a redactar un texto más abierto que no satisface ninguna de las pretensiones del PSC