vitoria. La consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, vinculó ayer los últimos actos de violencia callejera que han tenido lugar en Euskadi con protestas de carácter antisistema, aunque reconoció que en los mismos han podido participar personas relacionadas con la "antigua kale borroka". Dicho análisis fue desvelado por la consejera en una respuesta parlamentaria por escrito, a una pregunta formulada por la popular Nerea Llanos, quien le pidió detalles sobre si se está produciendo un "posible rebrote de la kale borroka".

La titular de Seguridad señaló que los ataques perpetrados en Euskadi durante estos últimos meses tienen todos ellos unas características específicas. Por una parte, se dirigen "casi de forma exclusiva a objetivos generalmente atacados por grupos antisistema de la órbita anticapitalista", según consideró la consejera, quien, igualmente, constató que la mayoría de ellos se produjeron en el contexto de la huelga general del pasado 30 de mayo, que fue convocada por razones socioeconómicas por ELA y LAB.

Beltrán de Heredia recordó además que "este tipo de ataques también se están produciendo fuera del ámbito vasco", y que "actuaciones similares se han venido produciendo casi en toda Europa". "Conviene tener en cuenta la especial incidencia del carácter de protesta antisistema y el posible efecto llamada de actuaciones similares en otros ámbitos del entorno socioeconómico", apunta en su escrito.

Respecto a la autoría de esta serie de sabotajes, la consejera manifestó que, aunque en algunos de ellos han podido tomar parte personas con vinculación a la "antigua kale borroka, tampoco hay que descartar la participación de personas ajenas a la misma". Es en este sentido donde precisó que en algunos casos la metodología empleada puede ser similar a la utilizada en acciones perpetradas por la violencia callejera que se vinculaba al entorno de la izquierda abertzale. Ahora bien, matiza que "los objetivos reivindicativos han sido diferentes" y que las investigaciones de estos hechos "continúan abiertas". En este contexto, aclaró que al no haber existido detenciones se mantienen "todos los análisis e hipótesis abiertos".

En último término, Beltrán de Heredia llamó la atención sobre el hecho de que acciones relacionadas directamente con grupos antisistema "se están calificando como kale borroka en el resto del Estado español", cuando en realidad se tratan de "acciones relacionadas con grupos genéricamente denominados antisistema".

La violencia callejera experimentó un rebrote el pasado mes de abril en Euskadi con más de una decena de incidentes, entre ellos la quema de varios cajeros, acompañados de la aparición de pintadas, en especial en algunos batzokis del PNV, para censurar la actitud de este partido y el papel de la Ertzaintza. Este repunte obedeció a la coincidencia en el tiempo con los comunicados divulgados por ETA donde se reclamaba un incremento de la "presión popular".

Entre los incidentes que se sufrieron están, entre otros, la caída de la catenaria del trazado ferroviario en la Ribera Baja; la quema de un cajero del Banco de Sabadell en Aretxabaleta; el lanzamiento de cohetes en una empresa en Lemoa; el incendio en un par de cajeros de la BBK de Zornotza, donde también hubo pintadas con mensajes anticapitalistas, y desconocidos cortaron la autopista A-8 a su paso Gallarta; o el ataque a una sucursal de la misma entidad bancaria y otra del BBVA en Plentzia.

Ataque sufrido por una sucursal de la BBK en Plentzia. Foto: efe

Beltrán de Heredia dice que "se han producido actuaciones similares en Europa" que han dado lugar a un efecto llamada