seúl. Corea del Norte ha condenado a 15 años de trabajos forzados, sin clarificar los motivos, a un guía turístico estadounidense que entró en el país, algo que expertos interpretan como una maniobra del régimen para ganar ventaja en futuras negociaciones con Washington. La Corte Suprema norcoreana sentenció a Kenneth Bae "a 15 años de trabajos forzados por su crimen", informó ayer la agencia estatal del régimen KCNA, que se limitó a explicar que el guía, identificado por su nombre coreano Pae Jun-ho, "cometió actos hostiles tras entrar como turista" el pasado noviembre.
Corea del Norte detuvo desde 2009 a otros cinco estadounidenses que finalmente fueron liberados a través de contactos con Washington, lo que ha llevado a muchos expertos a adivinar motivos políticos en la detención y condena de Bae, ciudadano de 44 años de origen coreano con pasaporte de EEUU.
La condena "recuerda a acciones similares del pasado", indicó Bong Young-shik, investigador del prestigioso Instituto de Política Asan en Seúl, que citó el caso de las reporteras estadounidenses Laura Ling y Euna Lee. Ambas fueron condenadas a 12 años de trabajos forzados en 2009 y liberadas tras la mediación del expresidente de EEUU Bill Clinton. En este sentido, el experto surcoreano argumenta que "dada la actual escalada de tensión, Corea del Norte trata de ganar ventaja de todos los modos posibles" de cara a futuras negociaciones con EEUU, en las que podría utilizar la liberación de Kenneth Bae como "moneda de cambio".
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, prometió no dialogar con Corea del Norte hasta que cumpla con las leyes internacionales, mientras Pyongyang -que no acepta condiciones previas- "quiere obligar a Washington a sentarse en la mesa de negociaciones" para abordar la liberación de Bae, apuntó el experto. Esto supone que el régimen de Kim Jong-un utilizará al guía estadounidense como rehén para obtener concesiones o bien para marcar las pautas antes del hipotético diálogo con Washington.