pamplona. Casi dos años después de firmar el pacto del Gobierno foral, y diez meses desde que Yolanda Barcina decidió cesar a Roberto Jiménez como vicepresidente, los principales líderes de UPN y PSN volverán a verse las caras hoy a iniciativa de la presidenta navarra, que busca la complicidad socialista para salir del bloqueo en el que se encuentra su Gabinete. Pero ante la desconfianza socialista, que ayer volvió a pedir la dimisión de Barcina, advirtiendo que la cita no implica un acuerdo. Es el ambiente en el que llega el encuentro, y que hace que las perspectivas de alcanzar un pacto puntual o global sean mínimas.

Sobre la mesa una batería de medidas para fomentar el empleo que UPN llevará a la reunión para buscar el consenso con el PSN. Iniciativas para las que pueden servir de colchón los 93 millones adicionales de gasto que el Estado va a permitir a Nafarroa con el aumento del límite de déficit. Un jugoso caramelo con el que la presidenta intentará seducir a Jiménez.

Por otra parte, un fallo en las formas ha dado al traste con los planes de Barcina en su afán de desacreditar la labor de la asociación de consumidores, usuarios y contribuyentes Kontuz!. El auto dictado por el juez señala que, "como exponen el Ministerio fiscal y la asociación querellada, no se ha cumplido con lo dispuesto en los artículos 804 de la ley de enjuiciamiento criminal y 215 del Código Penal, dado que la imputación a la querellante no lo fue en la condición de alcaldesa de Iruñea que ostentaba en el momento al que se remontaba la denuncia interpuesta ante la Fiscalía superior". Asimismo, considera que "no concurre el requisito de procedibilidad" que exige el Código Penal, por lo que "procede decretar el archivo de las actuaciones sin perjuicio de las acciones civiles o de otra índole que correspondan a la perjudicada o de la presentación de una nueva querella una vez intentado el acto de conciliación". Contra esta resolución cabe interponer recurso de reforma, cuestión sopesan los regionalistas.