BILBAO. La coordinadora Gesto por la Paz considera que es necesario una condena expresa y nítida de los actos violentos relacionados con el denominado conflicto vasco durante las últimas décadas para poder avanzar en la normalización de la convivencia en Euskadi. Esta es una de las conclusiones que apunta en el documento titulado Por una memoria básica deslegitimadora de la violencia, al que ha tenido acceso este diario.

Tras alrededor de año y medio desde el anuncio de ETA de poner punto final a su actividad violenta, Gesto ha realizado una reflexión en torno a los pilares sobre los que ha de construirse una memoria básica compartida de cara a la deslegitimación de la violencia. Marca como premisa para la elaboración de un relato de lo ocurrido la consideración de que en ningún caso se puede aceptar como muestra de pluralidad "la creación de memorias colectivas legitimadoras de la violencia o basadas en la épica de los logros de aquella".

A partir de este suelo ético y tras constatar la existencia de diversos tipos de víctimas -de ETA, de los GAL y otros grupos terroristas, o de actuaciones indebidas de las fuerzas de seguridad, especialmente la tortura-, Gesto emplaza a reconocer en su totalidad "la realidad compleja y plural de victimización que se ha vivido en nuestra sociedad".

La plataforma reparte por igual responsabilidades de las acciones violentas pasadas en la medida que, independientemente de su origen, constituyen una conculcación de los derechos humanos. Y sobre el futuro rechaza que se presente la disolución de la organización terrorista como un hecho exitoso de esta banda armada.