Caracas. Ane Manchobas (Caracas, 1962) es una venezolana, nieta del exilio vasco (su amama fue la histórica dirigente abertzale Polixene Trabudua) que se siente "una privilegiada por ser testigo en primera línea de este cambio histórico que emprendió el comandante Hugo Chávez". Activa militante de izquierdas "de siempre, como el resto de mi familia", admite que "existe una fractura en la sociedad venezolana, pero no la hemos buscado nosotros; antes también existía esa fractura con todos los desfavorecidos que eran invisibles para los que en Venezuela aún se creen superiores".

¿Por qué cree que Chávez eligió en vida a Maduro como su sucesor?

No creo que fuera una decisión de última hora, improvisada. El comandante la estudió mucho incluso antes de su enfermedad. Lo eligió por su trayectoria, porque él venía desde los trece años de una lucha social. De todos los que rodeaban a Chávez, él ha sido el que más se ha superado personalmente. Además, ha demostrado una lealtad inquebrantable; incluso diría que él mismo aún está interiorizando esa elección. Chávez era muy visionario y vio en Maduro el potencial suficiente para ser un gran líder.

La oposición dice que no es un hombre preparado y que "Maduro no es Chávez"

Ya no saben qué decir de él. Primero insinuaron que no es del todo venezolano por tener una madre colombiana, después que si no ha trabajado, etc. Maduro lleva en puestos estratégicos de la administración desde el primer mandato y ha estado siete años como canciller, logrando éxitos que han sido reconocidos internacionalmente. Ha sido un buen pupilo de Chávez, su mejor maestro. Lo que es una crítica de la oposición es una de nuestra bazas: ya sabemos que Maduro no es Chávez, pero sabemos que es chavista.

¿Cuál es el proyecto de país que dibuja el PSUV?

El programa electoral es el mismo con el que concurrió Chávez y se va a dar continuidad a ese proyecto que crea una patria solidaria y unida al resto de los pueblos de Latinoamérica. Aquí no se confronta sólo una gestión, como dice la oposición; se trata de una lucha ideológica profunda. Chávez empoderó al pueblo y su éxito radica en que esos que hasta entonces eran invisibles, que no tenían ni siquiera cédula de identidad, despertaron. Había una mayoría silenciada que el comandante despertó. Ese un proceso inédito que yo he vivido en primera persona y por lo que me siento una afortunada. Con Chávez, hemos reído, hemos llorado y ahora hay que seguir con ese proyecto de patria.

¿Usa el chavismo la instituciones del Estado para favorecer al PSUV y garantizar que no haya alternancia?

El Estado no es chavismo. Pero han sucedido varias cosas que conviene tener en cuenta. En el golpe de abril de 2002 aprendimos muchas cosas, entre ellas a no fiarnos de lo que decían los medios de comunicación, porque aquello fue un golpe mediático y eso provocó una reacción del pueblo que cambió algunas de las estructuras. Después, en 2005, la oposición decidió no presentarse a las elecciones legislativas y la Asamblea Nacional resultó "roja, rojita". Allá se eligieron los representantes en las instituciones y fíjate si somos buenos que pudiendo, por ejemplo, copar todo el Consejo Nacional Electoral, les dejamos uno a ellos. Ahora el CNE ha avanzado en credibilidad y transparencia y es reconocido mundialmente.

¿Qué pasa si gana Maduro y qué sucede si pierde?

Creo que va a ganar ampliamente y eso significará que seguirá adelante el proyecto del comandante. No creo que suceda la segunda posibilidad porque además si ganara Capriles esto sería el caos. ¿Cómo iba a gobernar con la Asamblea Nacional y los poderes del Estado en contra? ¿Cómo iba a hacerlo con 20 de las 23 gobernaciones lideradas por chavistas? Capriles no podría llevar a cabo sus planes, que son privatizar todo, romper los convenios con Latinoamérica, desmantelar 14 años de progreso y aplicar su sistema neoliberal.