vitoria. La ponencia de paz y convivencia es desde ayer una realidad que a partir de ahora deberá completar de la mano de PNV, PSE y EH Bildu -y a la espera de que se sume el PP- un histórico recorrido encaminado a consolidar la era sin violencia que alumbró el cese de la actividad armada de ETA hace año y medio, y reforzar la normalización política.

Superados todos los palos en las ruedas a los que ha tenido que hacer frente esta iniciativa para echar a andar, la valoración inicial de cada bancada tras la escueta sesión constituyente de ayer -apenas un cuarto de hora- fue suficiente para subrayar las dificultades a las que se enfrentan sus integrantes; el objetivo es el común, pero la lista de prioridades difiere en los discursos públicos.

También comparten la convicción de que el acuerdo es posible y con este ánimo rehúsan fijar una fecha concreta para presentar unas conclusiones como las que confeccionó la ponencia que hace un año puso las bases de esta fórmula para acercar posturas entre las diferentes sensibilidades políticas.

Entre ellas no figuraba la izquierda abertzale y éste es, a priori, uno de los obstáculos iniciales a superar después de que EH Bildu acatara en un primer momento que la ponencia constituida ayer supondría dar continuidad a la desarrollada en 2012. En ese foro se consensuó un "suelo ético" sobre el que cimentar nuevos acuerdos y se acordó emplear la memoria como herramienta esencial para la "deslegitimación ética, política y social del terrorismo", aspectos que fueron ratificados hace tres semanas por el Parlamento Vasco, pero con la abstención de EH Bildu y UPyD.

La coalición soberanista, en calidad de miembro de pleno derecho del foro alumbrado ayer, entiende que "las bases democráticas están por situarse" para compartir un nuevo "suelo ético". Y bajo estos parámetros acudirá a la próxima reunión del grupo de trabajo, fijada para el día 30, con una lista de objetivos que estará encabezada por la situación que atraviesan los presos vinculados a ETA.

Así lo manifestó el dirigente abertzale Julen Arzuaga, quien participó en calidad de portavoz suplente junto a la titular de EH Bildu, Laura Mintegi, en la sesión constitutiva encabeza por la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria. La dirigente jeltzale destacó que "la paz es un trabajo de todos" y se mostró confiada en que este grupo de trabajo logrará unas bases "sólidas" ante los objetivos fijados. Junto a ellos, Joseba Egibar e Iñigo Iturrate, por el PNV, y José Antonio Pastor y Rodolfo Ares, en nombre del PSE, completaron la nómina de asistentes.

paso a paso La próxima vez que se reúnan cada grupo aportará la metodología propuesta para avanzar en el reto de la ponencia y entre todos fijarán el calendario de trabajo. Todos confían en que en este camino se incorpore el PP lo antes posible, mientras que está descartada por completo la suma de UPyD.

Los populares no consideran que actualmente se den las condiciones necesarias para que este partido comparta mesa con la izquierda abertzale, aunque mantienen abierta la puerta a su incorporación más adelante.

Cuando decidan dar ese paso, PNV y PSE, promotores de la iniciativa, les recibirán satisfechos por la consecución de un "hito" sin precedentes. En este sentido, el portavoz abertzale, Joseba Egibar, destacó que las consecuencias que se deriven de este trabajo deberán ser "referenciales" para la sociedad vasca en el futuro.

Al igual que Egibar, desde las filas socialistas consideran que la elaboración del "suelo ético" que demanda EH Bildu ya es una realidad patente desde el pasado ejercicio. Así, José Antonio Pastor recordó a la coalición soberanista que este grupo no renunciará a "ninguno de los principios" de la anterior ponencia ratificados en pleno el 22 de marzo por la Cámara vasca. El dirigente socialista consideró "positivo" que la coalición soberanista tome parte en la ponencia, pero puntualizó que esta iniciativa "no nace para lavar la cara a nadie".

UPyD, por su parte, emitió desde su posición discordante con la ponencia de paz y convivencia un comunicado en el que sostuvo que EH Bildu va a utilizar este foro parlamentario "para legitimar retrospectivamente las acciones criminales de ETA".