Pamplona. Ocho días ha tardado Yolanda Barcina en salir públicamente a dar su opinión sobre las imputaciones de Miguel Sanz, Enrique Maya y Álvaro Miranda por el cobro de dietas en Caja Navarra. Los tres miembros de su partido y compañeros en la Comisión Permanente, y a cuyo encausamiento quiso restar importancia ayer insistiendo en que "no hay corrupción". Las imputaciones han dejado en una comprometida situación a la presidenta del Gobierno, cuya condición de aforada le ha librado del encausamiento. Éste sin embargo puede caer sobre su persona en cualquier momento.

Barcina es además rehén de sus propias palabras. Durante los ocho días de silencio muchos han sido quienes han recordado las proclamas de la presidenta de UPN ante la asamblea de su partido en 2010, cuando en pleno escándalo por el caso Gürtel y con varias polémicas vinculadas al PSOE quiso poner a su partido como ejemplo de honestidad y transparencia prometiendo mano dura con cualquier militante imputado. "Todo imputado por un caso de corrupción debe ser dado de baja inmediatamente del partido político y cesado en cualquier caso de responsabilidad que tenga en el partido político. Si está imputado por corrupción esto debe ser automático", anunció. Ayer sin embargo se esforzó en restar importancia al grado de imputados que la juez ha fijado a Sanz, Maya y Miranda, subrayando que la instrucción se encuentra todavía "en una fase inicial" y que, pese a todo lo dicho y hecho (incluida la devolución del dinero), el cobro de importantes sobresueldos a través de un órgano opaco y sin sustento reglamentario "no es corrupción".

"Aquí hay unas dietas pagadas por una entidad tan solvente como Caja Navarra, aprobada por los órganos de dirección y declaradas a Hacienda, luego no hay corrupción", argumentó Barcina, que volvió a repartir responsabilidades alegando que el cobro de dietas en Can era "colegiado".

La presidenta del Gobierno navarro quiso minimizar la gravedad de la situación insistiendo en que se trata de una "fase preliminar", por lo que no quiso aventurar futuros escenarios, incluida su posible imputación. "Ustedes van muy lejos, vamos a esperar a que se pronuncie el Tribunal de Justicia de Navarra, la juez competente y vamos a ver exactamente cómo avanza esta fase preliminar con total respeto a la Justicia", espetó ayer a los periodistas, ante quienes dijo tener "muy claro" que "una persona que tiene corrupción no debe estar en un partido político". "Pero en este caso no hay corrupción, niego la mayor", defendió.

Pasar página Barcina abogó además por zanjar el debate sobre las dietas de Caja Navarra, algo que, dijo, se ha venido haciendo "a lo largo de toda la democracia" y cuya desaparición se atribuyó como mérito propio. "Con los criterios actuales estas dietas no proceden. Conocen exactamente mi postura, ahora son excesivas, por eso se suprimieron, no sólo de la Permanente sino de toda la Junta de Entidades Fundadoras", sostuvo la presidenta, que consideró que por lo ocurrido "había que pedir perdón a la sociedad". "He hecho algo que no es habitual en estos casos que es devolver todas las dietas de la Permanente y de la Junta de Entidades Fundadoras porque creo que con los criterios actuales y la difícil situación que estamos atravesando no proceden", dijo la presidenta, que incluso afirmó que el cobro de sobresueldos en Caja Navarra era algo "aceptado por toda la sociedad navarra". " Es algo que a lo largo de la democracia era normal", insistió Barcina, que quiso defender a Enrique Maya, de quien dijo que "no ha cometido ningún acto de corrupción". "Aquí no hay corrupción, son unas dietas aprobadas por órganos reglados de Caja Navarra y declaradas a Hacienda", reiteró.

Respecto a la competencia de la inspección de la entidad, apuntó a la tradición heredada, ya que "según informan los técnicos del Gobierno", los anteriores presidentes "consideraban que el sistema de inspección lo hacía el Banco de España". La presidenta destacó además que cuando ella accedió a la presidencia foral "toda la actividad financiera está en Banca Cívica" y "delegada en Madrid".

"No hay corrupción, son dietas aprobadas por Can y declaradas a Hacienda"

Barcina y la realidad

Cohecho y corrupción

Que no haya delito fiscal no implica que las actuaciones en Caja Navarra fueran lícitas. Es más, la juez advierte de que las dietas de la Permanente tienen un "dudoso sustento legal" y apunta incluso al cohecho, un delito contra la administración que no es otra cosa que corrupción. La juez todavía no se ha posicionado, pero la dirección a la que apunta es clara.

Yolanda Barcina atiende a los medios de comunicación ayer, antes de un acto oficial. Foto: efe

"A lo largo de la democracia era normal y aceptado por toda la sociedad"

La legitimidad de las dietas

En Can se ha pagado siempre, pero nunca las cantidades de los últimos años. Mucho menos por participar en órganos consultivos sin capacidad ejecutiva. Es la cuestión de fondo que Barcina intenta obviar, que además de abusivas las dietas de la Permanente eran arbitrarias, opacas y sin aval reglamentario. La sociedad no las aceptó porque las desconocía.