pamplona. En un congreso, como en unas elecciones, siempre hay victorias dulces y amargas, de la misma forma que hay derrotas claras y mínimas. Sin embargo, el día después, las victorias son solo victorias, y las derrotas, única y exclusivamente derrotas. Y la victoria ayer era de Yolanda Barcina. La presidenta de UPN aprovechó el día después para insistir en el mensaje de "unidad" interna y minimizar las consecuencias de un congreso que deja el partido roto por la mitad. "Fue un resultado ajustado, pero suficiente", señaló ayer.
Era el primero de los mensajes de la jornada. El segundo, y más importante, era para el PSN, aliado imprescindible de UPN, y que ayer volvió a descartar dar su apoyo al Gobierno foral. "Voy a seguir esforzándome para encontrar esos acuerdos", aseguró Barcina, que recordó que el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se comprometió a dar "estabilidad" al Gobierno.
Ese es ahora el principal objetivo de la presidenta. Superado, aunque por poco, el envite del congreso, Barcina busca ahora apuntalar el Gobierno con el apoyo socialista. Algo que ha sido imposible hasta ahora, y que de no mediar acercamiento entre ambos partidos puede hacer insostenible la situación del Ejecutivo foral a medio plazo.
Es lo que quiere evitar la formación regionalista, que ya ha empezado a presionar al PSN para forzar un cambio de posición que permita al Gobierno superar el bloqueo institucional en el que está sumido desde la ruptura del acuerdo de coalición. Y el elemento principal de presión, como ha ocurrido también el proceso interno que acaba de terminar, vuelven a ser las elecciones. "Hace falta confianza mutua y unos acuerdos sólidos que garanticen una verdadera estabilidad", demandó ayer el nuevo secretario general de UPN, Óscar Arizcuren, que advirtió de que si el PSN rechaza la propuesta de acuerdo planteada por Barcina "habrá que tomar otras decisiones". "La presidenta está trabajando para que haya un acuerdo, pero si no se llega habrá que pensar en otras alternativas", advirtió ayer Arizcuren en Radio Euskadi al ser preguntado por un posible adelanto electoral. "Lo fundamental es la estabilidad", subrayó.
A la estrategia de la presión también se sumó ayer el presidente de la patronal, José Antonio Sarria, que hizo una clara defensa de Barcina, a quien considera "reforzada" tras el congreso, y que instó al PSN a dar la estabilidad parlamentaria. "Superado felizmente el congreso, ahora debe procurarse la unidad interna", afirmó Sarria, que aseguró que "lo que quieren los empresarios y lo que desea en general la sociedad navarra es estabilidad", defendió el líder de los empresarios, que consideró "extemporaneo" que el PSN pida la dimisión de Barcina. "El gobierno ha sido muy acorralado, la presidenta muy perseguida y muy atacada", criticó el presidente de la CEN, que abogó por que Barcina busque una mayoría parlamenaria "desde la fortaleza que le da haber ganado y haber continuado siendo la presidenta del partido".
ofrecimiento a catalán Por otro lado, Yolanda Barcina ha ofrecido a Alberto Catalán y al portavoz parlamentario, Carlos García Adanero, participar en el nuevo Comité Ejecutivo de la formación, aunque ambos todavía no han tomado una decisión. Así lo señaló Arizcuren, quien explicó que Catalán y Adanero, "tal y como está recogido en los Estatutos", podrían participar con voz pero sin voto en el Comité Ejecutivo, en caso de aceptar la propuesta.
Según manifestó el nuevo secretario de organización del partido regionalista, "se les ha ofrecido a ambos que puedan participar en el Comité Ejecutivo, pero están pendientes de hablarlo con su gente para tomar una decisión".