VITORIA. Las elecciones italianas se están viendo en Europa como una valoración de las políticas económicas que se están planteando en la UE. La lectura hecha desde Francia es que los italianos han rechazado con sus votos el obsesivo control del déficit por encima de todas las cosas. Sin embargo la Comisión Europea no coincide con esa lectura y cree que el país va por el buen camino y conseguirá un gobierno fuerte y estable.

A pesar de que el Presidente francés, François Hollande, no hará declaraciones oficiales hasta que se nombre el Primer Ministro de Italia, un portavoz del Elíseo aseguró ayer al diario El País que la valoración del ejecutivo francés es que "la austeridad sin crecimiento erosiona la confianza de los ciudadanos en el proyecto europeo" y esto se ha reflejado en estos comicios.

Para evitar que la fragmentación se reproduzca en futuras elecciones cambiando de país, Francia cree que se debe cambiar el modelo europeo de austeridad por el de crecimiento. "La recuperación debe ser el corazón de la estrategia, debemos ahorrar y equilibrar las cuentas sin debilitar la economía. Demasiada austeridad solo conduce a menos actividad y a más desempleo, y por tanto a la desesperación de los ciudadanos. Italia confirma esa visión: tenemos que impulsar la construcción europea y crear un nuevo modelo social y económico", afirman desde el Elíseo.

La apuesta de Hollande por el crecimiento se queda sola en una Europa gobernada por la derecha y cuya mayor obsesión es controlar el déficit de los Estados. Sin embargo, el presidente francés lleva intentando conseguir variar la política económica desde el inicio de su mandato.

"Hollande siempre ha defendido que es crucial poner el crecimiento en el centro de la agenda y ha dicho lo mismo en todos los Consejos europeos celebrados desde junio. Hemos intentado generar una nueva dinámica con Italia, con España y con Alemania, y el discurso de Berlín ha evolucionado y se ha acercado a las posiciones francesas", asegura el portavoz del Elíseo.

Europa es optimista A pesar de que la política europea parece que continuará siendo como hasta ahora, el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, reiteró ayer su "plena confianza" en Italia y en que el país asegurará la estabilidad política en su propio interés y en el de toda la Unión Europea (UE).

Barroso, al término de una cena privada con el primer ministro saliente de Italia, Mario Monti, calificó la economía italiana como "una de las mayores de Europa y del mundo" para añadir que "asegurará las condiciones de estabilidad política en el interés de la misma Italia y de toda Europa".

La Comisión cree que Italia "está realizando un ambicioso proceso de reformas que, si se implementa en su totalidad, aumentará de forma significativa su potencial de crecimiento". Algo que será complicado visto el resultado de las elecciones sobre los que Bruselas reiteró la necesidad de asegurar la estabilidad política y su confianza en que salga un gobierno estable.