barcelona. El Gobierno catalán evidenció ayer su satisfacción por que el PSC haya apoyado la celebración de una consulta soberanista en Catalunya, un hecho al que atribuye una "dimensión histórica" ya que cree que no quedará en una "cuestión estética" sino que tendrá consecuencias en el futuro. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, considera que el apoyo dado por los socialistas catalanes a las iniciativas que reclamaban el derecho a decidir para Catalunya marca "un punto de inflexión importante" en la política catalana. "Es un hecho diferencial muy grande y muy positivo que el PSC se sume porque así refuerza y amplía muy significativamente la mayoría social necesaria para desarrollar este tipo de procesos", argumentó Mas en una rueda de prensa tras reunirse con el presidente de Flandes (Bélgica), Kris Peeters, en el Palau de la Generalitat.

El president restó importancia a que la exministra de Defensa Carme Chacón no secundara la postura de sus compañeros del PSC al esgrimir que, si sólo se desmarca ella, "su posición será sólo una minoría muy minoritaria dentro de lo que hoy han defendido los otros trece diputados del PSC en el Congreso".

El presidente catalán esperaba la votación "con la máxima expectativa", consciente de que el PSC, aunque ahora pasa por su peor momento electoral, "tiene una influencia muy significativa" en una parte de la sociedad catalana y, además, conserva alcaldías clave del área metropolitana de Barcelona, una de las zonas donde el soberanismo tiene menos fuerza.

republicanos Por su parte el presidente de ERC, Oriol Junqueras, "celebró" la decisión del PSC. El líder republicano se mostró convencido de que el PSC "ha sido, es y será un partido político muy importante en nuestro país, que ha hecho cosas muy importantes en la historia del país y confiamos en que las siga haciendo". "El hecho de que diputados del PSC, esperamos que todos, voten diferente a los del PSOE en una cuestión tan básica como un principio democrático que los ciudadanos tengan derecho a decidir su futuro es básico", argumentaba Junqueras, antes de conocer que la exministra Carme Chacón no siguió las directrices del partido y se negó a votar.