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Rajoy se refugia en las medidas económicas para minimizar la corrupción que le golpea
igor santamaría
MADRID. En un clima de desafección política, irritación social y descontento generalizado en la calle, Mariano Rajoy salió ayer a escena en su primer debate de política general con un discurso autocomplaciente y barnizado con aires de triunfalismo. Pintó un panorama de la economía que, a su juicio, ofrece signos esperanzadores, vanagloriándose de que el déficit público de 2012 será inferior al 7%, y se comprometió a que a partir de 2014 nadie ingrese el IVA sin antes haberlo cobrado, dentro una batería de medidas que usó para eclipsar la corrupción que ha enfangado su mandato, prometiendo endurecer la lucha con más penas y controles, sin mencionar a Bárcenas y escenificando que los corruptos son excepciones, como las "malas hierbas".
Un gran pacto en este último tema, abierto a escuchar las propuestas del resto de fuerzas, fue su respuesta al problema que ha minado el ánimo de la ciudadanía. La reforma legal contra la corrupción incluiría, según Rajoy, un estatuto del cargo público, con obligaciones, retribuciones e incompatibilidades de los puestos de responsabilidad, reglando el trabajo de los lobbies o grupos de interés, y acrecentando las penas en el Código Penal para quienes se aprovechen de su condición de cargo para enriquecerse. Su afán por minimizar la lacra de la corrupción, pese a las medidas coercitivas y de control, le llevó a calificar como "insidia" la "generalización de esta conducta indeseable", ya que se "aplauden las acusaciones sin pruebas". "Es necesario acabar con este clima irrespirable", manifestó, dejando claro que "España es un país limpio". Formuló la posibilidad de que, al final de cada mandato, cuando un gobernante o un diputado o senador deje la vida pública, tenga que someterse a una auditoría para conocer la evolución de su patrimonio. "España no está hundida en la corrupción; eso es una mentira", zanjó.
En contra del deseo de la oposición, que no quería mezclar el debate con la información del Consejo Europeo de la pasada semana en Bruselas, Rajoy aludió a sus fructíferas 36 horas sin dormir, mientras que algunos -en alusión a Zapatero- "se fueron a las doce de la noche y pasó lo que pasó. Ahora España vuelve a ser relevante en Europa", se atribuyó el dirigente popular. Alfredo Pérez Rubalcaba le reiteró su invitación a dimitir, convencido de que no se puede gobernar un país pendiente "cada mañana de que Bárcenas tenga un ataque de sinceridad", afeándole el líder socialista que el "afán de defender a los suyos se haya impuesto sobre su responsabilidad institucional", tras citar el respaldo del presidente español a Camps, Matas y Bárcenas. Rubalcaba le acusó de no haber dicho "ni una sola palabra sobre la sanidad y los desahucios" y de realizar "una gestión de la crisis desastrosa", "duro con los honrados y benevolente con los tramposos", incidiendo en que "nunca ha habido un Gobierno -español- con una mayoría tan amplia" y "una debilidad política tan profunda" tras sólo 14 meses de gestión.
cruce de reproches "El cambio debe ser que haya empleo para que crezca la economía" y no que crezca la economía para crear empleo", expuso Rubalcaba, quien solicitó que la mitad del dinero que se recauda por fraude fiscal se destine a políticas de fomento de empleo. "El problema ya no es el bienestar, sino la pobreza", describió. Tras plantear una moratoria para todos los desahucios en tanto se tramita la futura ley, propuso también un consenso nacional contra la pobreza y la creación de un fondo dotado con mil millones de euros. Rajoy no dudó en lanzarse al contragolpe recordándole a Rubalcaba su pasado: "Habla de lo que nunca hizo e hizo lo contrario de lo que habla. Tiene usted una historia. No voy a pedir su dimisión, porque ya hay quien se la pide dentro".
No se detuvo ahí Rajoy, ya que en materia de corrupción le echó en cara que "de momento mi partido no ha sido condenado por financiación ilegal; el suyo, sí". En cuanto a los desahucios, y con el tono recrudecido en el cuerpo a cuerpo, Rajoy rechazó aprobar la dación en pago con carácter general y el líder de la oposición le pidió que salga a la calle, que vaya a comedores sociales: "Usted vive en una España distinta a la del resto de las personas". "Maldita sea, ¡por qué no arreglamos aquello!", admitió Rubalcaba a modo de autocrítica.
La bancada 'popular' felicita efusivamente a Mariano Rajoy tras su discurso en el debate de política general. Foto: afp
Rubalcaba le replica que "no se puede gobernar pendiente cada mañana de que Bárcenas tenga un ataque de sinceridad"
debate del estado de la nación
"Mi partido no ha sido condenado de momento por financiación ilegal; el suyo, sí [a Rubalcaba]"
mariano rajoy
Presidente español
"En su gestión ha sido duro con los honrados y benevolente con los tramposos"
alfredo perez rubalcaba
Secretario general del PSOE
"En su discurso Rajoy se ha puesto más medallas que [el mandatario soviético] Breznev"
aitor esteban
Portavoz del PNV
"No es quién para dar lecciones a nadie sobre lo que es cumplir y acatar la Constitución"
josep antoni duran i lleida
Portavoz de CiU
"Ha sido penoso
y frustrante, como
si le quedaran ya pocas cosas por hacer"
rosa díez
Líder de UPYD
"Pido que dimita por actuar contra la mayoría de la sociedad y además en fraude electoral"
cayo lara
Portavoz de Izquierda Plural
"Las medidas son continuistas, no dan soluciones y hacen sufrir a los de siempre"
Xabier Mikel Errekondo
Portavoz de Amaiur
"Ha usado la estadística trampa sin propuestas peleonas, convencidas ni convincentes"
uxue barkos
Diputada de Geroa Bai
"Rajoy se ha comido en el cara a cara a un Rubalcaba contenido y de bajonazo"
alfonso alonso
Portavoz del PP