Bilbao. Llega anunciando cambios con una reestructuración de la Er-tzaintza. ¿Qué puede adelantar?

Los cambios siempre son necesarios porque estamos en una sociedad dinámica y los poderes públicos tenemos que adaptarnos a ese dinamismo. Lo primero que estamos haciendo es evaluar los protocolos y las formas de trabajar para analizar cómo tenemos que adecuarnos a estas nuevas demandas sociales. La definición del Plan Estratégico Ertzaintza Horizonte 2016 marcará las reestructuraciones, si fueran necesarias, que hay que hacer dentro del colectivo.

¿Esa adecuación comenzará a darse desde ya o esperarán a que ETA entregue las armas?

ETA lleva más de un año sin cometer acciones violentas y eso abre un tiempo esperanzador e ilusionante. Sí es cierto que hay otras formas de delito que se están poniendo de manifiesto y tenemos que dar respuesta tanto a lo uno como a lo otro. No podemos olvidar que ETA todavía no ha anunciado su desarme total y su desaparición. Pero indudablemente tenemos que afrontar los nuevos modelos de delito que están apareciendo en Euskadi con más frecuencia de la que fuera admisible y esperable.

En relación con ETA, usted ha avalado la discreción del trabajo del Gobierno Vasco. ¿Podemos esperar noticias positivas en breve?

No sé cuánto de breve puede ser. Efectivamente, he abogado por el trabajo discreto, es el más eficaz. Soy optimista y espero que pronto tengamos ese anuncio que toda la sociedad vasca espera, el desarme definitivo y la desaparición de ETA. Ese es el reto y la noticia más ansiada por la sociedad.

Este tiempo sin ETA también obliga al repliegue de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Tal y como publicó ayer DNA, la semana pasada mantuvo una reunión con el delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo, e imagino que hablarían de ello.

Efectivamente, tuvimos un encuentro y éste no era el tema fundamental, pero no lo eludimos. Las FSE han tenido un despliegue muy intenso en Euskadi, pero se abren nuevos tiempos y ahora no se justifica dicho despliegue. Es una cuestión económica y de optimizar recursos. La Ertzaintza está perfectamente preparada para desarrollar todas las competencias que, como policía integral, se le reconocen en el propio Estatuto y en la Ley de Policía. Esa es mi reivindicación y en ello tenemos que trabajar.

¿Hay fecha para la reunión de la Junta de Seguridad?

Solicité una reunión con el Ministerio del Interior para abordar este tema y la misma se celebrará en los primeros días de marzo.

Entre las cuestiones que hereda está el caso por la muerte de Iñigo Cabacas. ¿Cuál va a ser su postura al respecto?

Éste es un tema que está en sede judicial y tenemos que esperar a las resoluciones del juez. A partir de ahí, con las pruebas objetivas que tengamos, veremos cómo tenemos actuar, pero anticipar cualquier decisión sería erróneo. Yo he tenido ocasión de hablar con la familia y su actitud es encomiable.

¿A qué se refería cuando habló de revisar las brigadas antidisturbios?

Hablé de revisar las estructuras de la Ertzaintza, y efectivamente las de antidisturbios. Tenemos que evaluar qué es lo que se ha hecho hasta ahora, que se han hecho muchas cosas bien, y a partir de ahí reformular las estructuras y la organización en base a tres principios: aumentar la seguridad ciudadana, impulsar la seguridad y la investigación, e implantar nuevos sistemas de gestión.

¿Van a afectar los recortes también al presupuesto de Seguridad?

Indudablemente, porque estamos hablando de una reducción de 1.200 millones de euros. Ahora bien, donde no va a afectar es en la calidad de la seguridad. Estamos revisando el capítulo de gasto corriente para prescindir de lo que sea prescindible, pero siempre con un objetivo, que la seguridad ciudadana no se vea aminorada.