barcelona. La Generalitat de Catalunya ha comenzado a denunciar el presunto "boicot" del Gobierno español a sus contactos con otros países. Y lo ha hecho, incluso, antes de que Madrid haya aprobado la Ley de Acción Exterior, que podría poner coto a la política internacional de las comunidades. Desde que el equipo de Artur Mas apostara por internacionalizar su proyecto soberanista, ha tenido enfrente a los sectores más centralistas, que han urgido al gabinete de Mariano Rajoy a coartar la libertad de acción de la Generalitat en el campo internacional. Por el momento, el Ejecutivo español únicamente tiene sobre la mesa un proyecto de Ley de Acción Exterior, una iniciativa que ha ido limando para eliminar los aspectos más controvertidos, como la posibilidad de ligar la apertura de nuevas delegaciones al cumplimiento del objetivo de déficit del territorio en cuestión.

Aunque sigue defendiendo cuestiones polémicas como la necesidad de que las comunidades informen a Exteriores de los viajes que pretenden realizar, Madrid argumenta que solo busca poder poner sus embajadas a disposición de los territorios, facilitar su tarea y lograr la eficiencia económica. No se trataría, pues, de imponer criterios. La Generalitat y el PNV, que presentó recientemente una pregunta al respecto en el Senado, no terminan de confiar en la versión del Gobierno español.

En este sentido, el consejero de Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, sostuvo ayer en TV3 que Madrid estaría actuando con contundencia "ante cualquier cosa que detecta" en materia de contactos internacionales y que, por ello, la Generalitat se vería abocada a moverse desde la máxima discreción. "Hay una voluntad de tutela y de boicotear cualquier intento de explicarnos", acusó Homs, quien ocupa desde diciembre una Consejería de Presidencia de la que depende el área de Exteriores de la Generalitat.

EL VIAJE A MOSCÚ Desde que el PP diera las primeras pinceladas a su proyecto, la Generalitat dejó clara su intención de mantener el pulso y hacer más acción exterior si cabe. Sin embargo, la pelea entre ambas administraciones comenzó antes de que trascendiera el propósito de Madrid de presentar esa iniciativa. Cuando el president viajó a Moscú a finales del año pasado y no se entrevistó con ningún político de primer nivel, empezó a tomar cuerpo la interpretación de que la diplomacia española no pondría una alfombra roja a los intereses de Mas. Ayer, no obstante, Homs proclamó abiertamente que su equipo tiene al Gobierno español "muy en contra", y consideró que los populares deberían exhibir otro comportamiento. Además, anunció que Rajoy y Mas se citarán pronto, pero que la prensa no será convocada.