vitoria. Cuando ya parece descartado que llegue a un acuerdo con la Fiscalía, que evitaría su eventual ingreso en prisión pero que dejaría en entredicho el mensaje del rey español sobre la igualdad ante la ley, Iñaki Urdangarin parece haber comenzado a considerar una segunda vía para anular el juicio del caso Nóos. En el escrito en el que rechaza abonar la fianza de responsabilidad civil que les ha impuesto el juez a él y a su exsocio Diego Torres, la defensa considera que, durante la instrucción del caso, han ido aflorando nuevas acusaciones y se han ido incorporando al auto nuevos documentos y declaraciones de testigos cuyo contenido desconocería el abogado del duque. Por ello, se habría vulnerado el derecho de defensa de su cliente, hasta el punto de que "no sabe de qué hechos o delitos debe defenderse de manera concreta". Así, abre la puerta a invocar su derecho en el Constitucional.

Urdangarin podría intentar impugnar el proceso aludiendo a esa "indefensión" y a esa presunta vulneración de un derecho fundamental. Las claves las aporta en el recurso contra la fianza de 8,1 millones impuesta a él y a su exsocio, un abono que también es objeto de crítica por parte de la defensa. En este sentido, se pide al juez que renuncie a pedir la fianza daría lugar a un "empobrecimiento injusto" del yerno del rey español, que se vería obligado a pagar importes ya abonados en concepto de IVA e IRPF.

El letrado Mario Pascual Vives se opone a cualquier fianza, pero cree que resultaría más equitativa la cifra de 5,9 millones, dado que esa es la cantidad que suman las facturas por los congresos organizados en Valencia y Baleares que la Policía Judicial considera falsas. Torres, por su parte, recurrió la fianza asegurando que quien "decidía" en Nóos era Urdangarin, y que el duque introducía a sus amigos en los negocios. El plazo para abonar la fianza finalizó ayer a medianoche, ya que el mero recurso contra el desembolso no paraliza el proceso. Por otra parte, fuentes de Zarzuela negaron que la Casa Real haya pedido a la infanta que se divorcie de Urdangarin.

Iñaki Urdangarin, en una imagen de archivo. Foto: afp