MADRID. El Gobierno y el PSOE afrontan con serenidad el acuerdo entre CiU y ERC para celebrar una consulta sobre la soberanía de Catalunya, convencidos de que no será una realidad porque la ley lo impide, pero sin querer aventurar posibles medidas legales para no entorpecer el diálogo institucional

Las fuentes consultadas del Ejecutivo como las del PSOE hacen una llamada a la prudencia ante ese pacto en Cataluña que sitúa la consulta en 2014 y reconocen su preocupación por la evolución que pudieran tener los acontecimientos. El Gobierno aseguró que si se consumara ese anuncio, la ley y la máxima norma legal, la Constitución, están de su parte y su obligación es "hacer que se cumplan".

"La Constitución se cumplirá y se hará cumplir", señaló Soraya Saénz de Santamaría al tiempo que se limitó a asegurar que se tomarían "las decisiones oportunas" si la Generalitat fuera avanzando hacia la consulta.

De momento, el Gobierno de Rajoy no desea enrarecer aún más el ambiente concretando alguna de las medidas que podría adoptar, y señaló que no se ha de trabajar sobre una hipótesis y que "no hay que ponerse la venda antes de la herida".

La intención de mantener la normalidad institucional es considerada esencial por el Gobierno debido a la imagen de España en el exterior, "máxime en un momento de crisis económica como el actual". El ofrecimiento de diálogo no impide actuar al Gobierno de Rajoy con dureza ante determinadas decisiones de la Generalitat y recurrirlas al Tribunal Constitucional, "como el euro por receta o la creación de un impuesto sobre los depósitos bancarios".

El Ejecutivo cree que puede contar con el PSOE ante el posible desafío de la consulta y que en este asunto el líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, estará junto a Rajoy pese a que en su discurso introduce algunos argumentos que consideran que generan "ambigüedad".

abstención del psc El PP recela de la decisión anunciada por el líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro, de que se abstendrán en todas las cuestiones que tengan que ver con la consulta catalana, ya que no quieren poner "palos en las ruedas". La vicesecretaria general socialista, Elena Valenciano, mostró este viernes las discrepancias de la cúpula del partido con el PSC, señalando que no le consultó esa decisión y subrayando que no se van a mover de su rechazo al referéndum, que consideran ilegal y "desastroso para Catalunya y para España", algo con lo que se muestra de acuerdo el Gobierno de Rajoy.

El PSOE aseguró que Rubalcaba está dispuesto a ayudar en todo lo que pueda para limar las diferencias, y muestra su deseo de trasladar la posición que defiende y en la que se incluye una reforma constitucional que cada vez ve más necesaria.

Como ejemplo de ello, los socialistas pusieron la conversación que mantuvo esta semana con el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida.