iruñea. Chantajes, correos electrónicos anónimos, un sobre escondido en las murallas de Iruñea, un diputado navarro detenido por la Guardia Civil, un hijo abogado haciendo negocios con la entidad que preside su padre y, en el centro de toda la trama, otra vez Caja Navarra. Son los ingredientes de un nuevo escándalo político que ha acabado con la dimisión del diputado del PP Santiago Cervera y que han vuelto ha situar a Nafarroa en el centro del debate público con argumentos tan atractivos como dañinos. Una polémica que añade además nuevas sombras al agónico final que está viviendo la que durante años ha sido la principal entidad bancaria de la Comunidad Foral, hoy víctima de intrigas y controversias que parecen no tener fin.
Al diputado navarro no le quedó otra salida que la dimisión de su cargo de secretario de la Mesa del Congreso de los Diputados después de haberse visto directamente implicado en un turbio suceso sobre el que todavía quedan muchas sombras, y que ayer volvió a llevar el nombre de Nafarroa a la apertura de los principales medios de comunicación madrileños. La historia, digna de la mejor novela policíaca, inicia ahora un recorrido judicial que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, que asume las competencias del caso tras la renuncia de Cervera a su acta de aforado, todavía tardará en aclarar.
El que fuera primer presidente del PP navarro desde su refundación, que también se ha dado de baja de forma cautelar en su organización política, fue sorprendido el pasado domingo cuando recogía un paquete en una discreta ranura en las murallas de Iruñea. Según explicó ayer, creía recoger unos documentos de "relevancia judicial" sobre Caja Navarra facilitados por un informante "anónimo" que se había puesto en contacto con él por correo electrónico. Pero en su lugar se encontró a la Guardia Civil, que desde el viernes vigilaba el lugar.
El presidente de la entidad, José Antonio Asiáin, había denunciado un intento de chantaje de un anónimo, que le había requerido 25.000 euros a cambio de no revelar una información que vinculaba a su despacho de abogados, ahora gestionado por uno de sus hijos, con el cobro de importantes cantidades de dinero a Caja Navarra. Asiáin denunció el chantaje a la Guardia Civil, que montó un dispositivo junto a las murallas a la espera de que el anónimo hiciera acto de presencia. Y quien apareció el domingo por la mañana fue Santiago Cervera.
solo contra el 'régimen' Ayer nadie salió ayer en su defensa. Con una actitud fría y distante, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se limitó a mostrar su "sorpresa" por un asunto que "reviste mucha rareza", y por el que le iban a abrir un expediente interno. Por su parte, el presidente del partido en Nafarroa, Enrique Martín de Marcos, ajeno a todo, aseguraba no tener motivos "para creer ni para dejar de creer" al diputado. "Es muy desagradable", señaló.
Un verbo mordaz y sin complejos le habían granjeado muchos enemigos. Contrario al acercamiento entre UPN y PP impulsado por Cospedal y Yolanda Barcina con el apoyo del propio Martín de Marcos, y abiertamente crítico con UPN por su alianza con el PSN, Cervera se había convertido en una pieza incómoda tanto en Nafarroa como en algunos ámbitos del partido en Madrid, donde sus posturas poco ortodoxas no siempre han sido bien recibidas.
Críticas a Caja Navarra Pero si algo le había reportado animadversión había sido precisamente la crítica continua e incisiva, especialmente durante los últimos meses, a la gestión de Caja Navarra, para la que llegó a pedir una investigación de la Fiscalía. La desaparición de la entidad financiera se había convertido en una cuestión casi obsesiva para el diputado -era público su enfrentamiento con los gestores de esa entidad, en especial con el expresidente foral y de UPN, Miguel Sanz-, sobre la que no ahorra argumentos pese al anuncio tras las últimas elecciones generales de dejar en un segundo plano su opinión sobre la actualidad navarra. "No he cometido ningún delito, ningún chantaje, ninguna amenaza", defendió Cervera en una comparecencia multitudinaria en el Congreso, en la que anunció su dimisión. No apuntó a nadie, pero sí insinuó que la "trampa" de la que dijo ser "víctima" puede estar relacionada con sus críticas a Caja Navarra. "Creo que sé las razones por las cuales a mí se me ha escogido como víctima en este asunto", enfatizó el diputado, que minutos más tarde redifundió un artículo de opinión publicado en abril en Noticias de Navarra en el que daba su visión sobre lo ocurrido en la entidad. "Ahora trabajaré todo lo necesario para acreditar esto allá donde corresponda", garantizó Cervera. Una batalla personal por esclarecer una trama que deberá afrontar en soledad y con una larga lista de sospechosos.