Bilbao. El delegado del Gobierno en la CAV, Carlos Urquijo, aseguró ayer que sería "un síntoma de normalidad" que Iñigo Urkullu invitara a los representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a su toma de posesión del próximo sábado en Gernika, porque "merecen ser invitados". De esta forma se actualizaría la imagen que se dio en mayo del 2009, cuando Patxi López juró su cargo en un acto que contó, por primera vez, con la presencia de diversos mandos de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Ejército español.

En una entrevista a la Cadena Ser, recogida por Europa Press, Urquijo señaló que las FSE "forman parte de esta sociedad, aportan un trabajo muy importante y han jugado un papel fundamental, primordial para normalizar esta sociedad, y en la derrota del terrorismo". Estimó, además, que mantienen "una serie de competencias" en la CAV relativas a la lucha contra el tráfico de drogas, los delitos económicos o el control de la inmigración. Por ello, consideró que "merecerían" ser partícipes de la jura de Urkullu, si bien recordó que está en manos del responsable del PNV activar esa posibilidad. "Si así fuera los representantes de las FSE y del Ejército acudirían encantados a la Casa de Juntas de Gernika", evidenció Urquijo. Cabe destacar que la presencia de tricornios y galones en la jura de López provocó el abandono de la Casa de Juntas de la villa vizcaína por parte de los representantes de Aralar.

contribución Cuestionado sobre las relaciones que mantendrán el Gobierno central y el vasco, Urquijo anheló que sean positivas, una labor en la que garantizó que él intentará contribuir. Así, afirmó que solicitará una reunión para "tenderle la mano" a Urkullu, ofrecerle la colaboración de la Delegación del Gobierno y abrir el "cauce" con el Gobierno de España.

"Espero que por el talante que ha demostrado hasta la fecha Urkullu, que me parece que es una persona razonable, esas relaciones puedan ser fluidas y se pueda colaborar en los problemas que realmente quitan el sueño a los vascos y españoles", evidenció. Sin embargo aseguró que, evidentemente, esas cuestiones no pivotarán en torno a "la secesión, si las asimetrías, ni la reforma de la Constitución".