BILBAO.Todo parece indicar que la sesión de investidura se adelantará unasemana con respecto a la fecha apuntada inicialmente. Si semanas atrásel PNV calculaba que la votación para proclamar al próximo lehendakaripodría producirse a la altura de Santo Tomás, lo más probable es queese pleno se celebre exactamente siete días antes, el 14 de diciembre.Una vez acreditados los 75 parlamentarios, y teniendo en cuenta que lasesión de constitución del Parlamento se celebrará el próximo martes,la necesidad de seguir acelerando los tiempos y de no perder un segundofrente a la crisis podría pesar frente a cualquier otra consideración.De hecho, según fuentes solventes, el tradicional juramento del cargoen la Casa de Juntas de Gernika podría tener lugar un día después de lainvestidura en el Parlamento Vasco e Iñigo Urkullu, el candidato en elque previsiblemente recaerán los honores, podría apostar por anunciarla composición de su gobierno después de esa jura.
Los partidos han insistido en las últimas jornadas en no perder tiempo y en activar medidas contra la crisis
Esasfechas casarían con el propósito de los jeltzales y del resto de lospartidos de acelerar los plazos para afrontar cuanto antes la crisiseconómica, una situación que no permitiría dilación alguna. En estesentido, en las últimas horas se han producido movimientos que handejado ver que las formaciones apuestan por no apurar los plazosmáximos previstos para que el Ejecutivo comience su andadura: si elmartes se apuntaba que el pleno de constitución del legislativo tendríalugar el jueves de la próxima semana, finalmente se fijó la fecha en elmartes. Ese achique del calendario servirá para acercar la tramitaciónde los presupuestos, máxime cuando el PNV pretende habilitar el mes deenero para seguir trabajando.
Lo quesí parece claro es que Urkullu no se demoraría a la hora de hacerpública la estructura de su gabinete una vez tomara posesión de sucargo ya que, según fuentes jeltzales, el PNV querrá imprimir velocidada las gestiones en aquello que le competa. En paralelo y con otrosritmos, el partido seguirá negociando sobre el pacto de país por lacrisis, la paz y el autogobierno; y sobre otras cuestiones más técnicascomo el relevo en la dirección general de EITB.
La fórmula de Aguirre Lafórmula con la que asumirá su cargo bajo el Árbol de Gernika ha sidodespejada por el propio Urkullu, quien adelantó en una entrevista conDNA que respetará el juramento del lehendakari José Antonio Aguirre, yque recuperaría el crucifijo. "A pesar de que la sociedad vasca eslaica y el PNV aconfesional, creo que hay una inspiración cristiana pormi parte y en nuestro quehacer como partido a la que no voy arenunciar", explicó.