Vitoria. El PNV activó ayer la cuenta atrás que en un plazo máximo de 15 días culminará con la constitución del nuevo Parlamento Vasco. Y lo hizo de forma solemne con el futuro lehendakari, Iñigo Urkullu, y la que será la nueva presidenta del Legislativo autonómico, Bakartxo Tejería, a la cabeza de los 27 parlamentarios electos -liderados por los presidentes territoriales- en la retirada de sus credenciales.
El trámite en el Cámara vasca se enmarca entre las dos rondas de contactos establecidas por el PNV que ayer mismo tuvieron continuidad una vez culminado el primer sondeo. Las respuestas iniciales descartan, a priori, un gobierno de coalición al que Urkullu aún no cierra la puertas en su discurso oficial, pese a la negativa manifestada tanto por EH Bildu como el PSE, los dos potenciales socios que propiciarían con sus escaños la suma mayoritaria en el Pleno gasteiztarra. El líder jeltzale se mostró optimista tras recoger su credencial parlamentaria de cara a alcanzar puntos de entendimiento con las demás fuerzas. A la espera de comprobar el calado de esta sintonía, el dirigente jeltzale matizó que si el PNV gobierna en solitario se enfrentará a una situación que "no teme", consciente de que "no hay otra alternativa que sume más" que la bancada jeltzale.
Mientras el trabajo de cocina sigue su ritmo entre las respectivas delegaciones, Urkullu insistió ante los medios de comunicación en que la próxima legislatura estará marcada por los "grandes acuerdos" que persigue con la citada nueva ronda de contactos iniciada ayer.
A pesar de que no descarta nada, dejó entrever que las pocas posibilidades de que cristalice un Ejecutivo de coalición no deben impedir la consecución de acuerdos que vayan "más allá de una fórmula de gobierno", algo que, matizó, no está únicamente en manos de su partido.
La propia recomposición de las delegaciones, con la retirada de los candidatos a lehendakari salvo en el caso de EH Bildu y UPyD, refleja el carácter técnico de los nuevos encuentros y la importancia de sus resultados para detallar con nitidez las puesta en marcha de la nueva legislatura. De forma paralela a este horizonte negociador, el calendario marca el día 23 como límite para constituir el Parlamento, un primer paso que estará acompañado de la configuración de la Mesa de la Cámara, donde Urkullu considera positivo que todas las fuerzas del Parlamento estén representadas. No obstante, la soledad de Gorka Maneiro como único representante de UPyD parece alejar a este aforado, según insinuó el propio dirigente jeltzale, del órgano rector del Legislativo, lo que dejaría una vacante que los nacionalistas tienen intención de ocupar para sumar un puesto más a la Presidencia que recaerá en Bakartxo Tejería.
Completada la Mesa, el siguiente escalón del almanaque desembocará en la composición del nuevo Gobierno Vasco, que Urkullu ubicó ayer en pleno periodo navideño.
Desde las bancadas que tendrá enfrente a partir de ahora el próximo lehendakari en los plenos parlamentarios, PSE y PP piden a los jeltzales que clarifiquen su postura más allá del documento de bases que recibieron en el contacto inicial. En esta línea, el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, exigió al líder peneuvista en los micrófonos de Radio Euskadi que concrete la senda que seguirá en los próximos meses porque "no puede tratar de acordar con cada partido lo que le interese".
Los populares están dispuestos a acercar posturas con el PNV para garantizar la estabilidad de las instituciones vascas, sobre todo a través de un acuerdo recíproco que otorgue a Urkullu los diez votos del PP como apoyo a las Cuentas -se quedaría a falta de uno para lograr la mayoría absoluta que está situada en 38 sufragios- y permita al diputado general del Álava, Javier De Andrés, aprobar sus Presupuestos forales.
El principal handicap en esta búsqueda de sintonía lo ocupa, según matizó Oyarzábal, que el PNV se introduzca "en debates que separan y enfrentan" dando continuidad en el País Vasco a las tesis independentistas que afloran en Catalunya.
En una dinámica similar, el parlamentario Gorka Maneiro destacó que UPyD no respaldará la candidatura de Urkullu como lehendakari, pero mostró su disposición a sumar su único voto, que pudiera resultar determinante, para acuerdos puntuales que impulsen la actividad económica y la creación de empleo.