Vitoria. Álava volvió a convertirse ayer, una vez más, en el fiel termómetro del reparto de fuerzas que habitarán durante la próxima legislatura las bancadas del Parlamento Vasco. Y es que el mercurio electoral situó, por este orden, a PNV, EH Bildu, PSE-EE, PP y UPyD en la escala de apoyos, idéntica secuencia que mostrará el Legislativo tras su nueva constitución.
La nítida victoria de la formación abertzale se traduce en 6.000 votos de diferencia sobre el segundo y, por primera vez desde la era Cuerda (1995), la posición más alta del podio electoral en Vitoria-Gasteiz. En clave interna, Xabier Agirre reitera su liderazgo en su doble papel de cabeza de lista y presidente del Araba Buru Batzar.
Los nacionalistas recuperan su papel predominante en detrimento de los socialistas, los grandes triunfadores de la cita con las urnas de 2009. Pero ayer no existió tirón de las elecciones generales, sino todo lo contrario, y lo que sí hubo fue una factura por los tres años y medio de residencia en Ajuria Enea. A Patxi López le tocaba pagar y ver cómo la plancha que en las últimas elecciones autonómicas había brillado con sus insólitos nueve escaños sufría una fuga superior a 17.000 votos y se convertía en la tercera fuerza por detrás de la izquierda abertzale. Y todo ello, con el actual lehendakari al frente de la lista.
resultados históricos La entrada en escena de la izquierda abertzale histórica tras el veto judicial mermó de forma lógica los porcentajes de apoyo en el resto de fuerzas, mientras que EH Bildu arañó en este territorio seis escaños, una marca insólita para una corriente que desde las primeras elecciones tras el final de la dictadura franquista jamás había cosechado más de tres parlamentarios por el territorio alavés.
El cuarto en discordia, el PP, naufragó en su territorio talismán, donde Javier Maroto y Javier de Andrés lideran en nombre de las siglas conservadoras las dos principales instituciones. Pero si el PP tuvo que conformarse con el tercer puesto en Vitoria, cuyo Ayuntamiento gestiona el número dos de la plancha alavesa, el ámbito foral es aún más sangrante para esta formación, donde se sitúa como cuarta fuerza en las preferencias de los alaveses.
En la cola del vagón electoral, una exultante UPyD que, al igual que sucediera en hace tres años y medio, repite presencia en el Parlamento Vasco gracias a los apoyos obtenidos en Álava, donde su cabeza de lista, Gorka Maneiro, pasará a convertirse en el único miembro del Grupo Mixto tras la debacle de Ezker Batua y IU-Ezker Anitza.
El feudo constitucionalista por excelencia en la CAV también dio ayer un giro y catapultó a los sufragios abertzales que aglutinaron PNV y EH Bildu a un primer puesto en los apoyos que se distancia en más de 9.000 votos de la suma que arrojan socialistas, populares y UPyD.