Bilbao. La izquierda abertzale, esta vez dentro de la coalición EH Bildu junto a Aralar, Eusko Alkartasuna y Alternatiba, logró ayer los mejores resultados de su historia. Los 21 parlamentarios obtenidos por la coalición soberanista mejoran las primeras previsiones que realizaron los responsables de la entente al inicio de la campaña. Entonces, barajaban conseguir 19 parlamentarios, un resultado que a priori ya daban por bueno. Superar la barrera de los 20 escaños en la Cámara Vasca consideraban todo un éxito. Al final son 21 los escaños, lo que les permite irrumpir en el Parlamento Vasco como la segunda fuerza.
Resulta evidente que, desde el punto de vista numérico, EH Bildu ha colmado plenamente sus aspiraciones iniciales. Sin embargo, a tenor del triunfo holgado del PNV y de lo sucedido especialmente en Gipuzkoa, lo cierto es que el sabor de lo conseguido ayer se antoja un tanto agridulce. EH Bildu fijaba sus aspiraciones en mantener la hegemonía en Gipuzkoa, tal como sucedió con Bildu en los comicios municipales y forales, y Amaiur en las generales; lograr ser la primera fuerza en Araba y recortar diferencias con el PNV en Bizkaia, tradicional bastión jeltzale. Sin embargo, la euforia de los primeros sondeos, los realizados a pie de urna, que daban apenas una diferencia de dos escaños entre EH Bildu y PNV, dieron paso al final de la noche a una distancia de seis escaños entre las dos fuerzas abertzales, lo que supuso poner algo de sordina a las primeras valoraciones.
De este modo, bajo estos parámetros, y sin menospreciar el buen resultado que supone lograr 21 parlamentarios y ser la segunda fuerza en la Cámara Vasca, EH Bildu ha comprobado en Gipuzkoa lo duro que es gobernar. Año y medio después de las elecciones municipales, el que se consideraba un feudo seguro de la coalición soberanista no fue tal, hasta el punto de que EH Bildu ha superado al PNV en apenas 482 votos en este territorio y, además, ambas formaciones han logrado el mismo número de escaños con nueve parlamentarios cada uno. En Donostia, donde Bildu logró ser la primera fuerza en los comicios municipales, lo que llevó al sillón de la alcaldía a Juan Karlos Izagirre, ayer, sin embargo, EH Bildu bajó a la tercera posición por detrás de PNV y PSE. Otros pueblos como Azkoitia, Tolosa o Zarautz pasan a tener al PNV como primera fuerza. Así, se puede considerar que el factor ayer no esperado era ese empate técnico que al final se dio en Gipuzkoa entre EH Bildu y PNV.
Por lo que respecta a Araba, territorio que a priori se consideraba clave en el resultado final de los comicios, EH Bildu logró 34.122 votos, 5.895 sufragios menos que el PNV. Esta diferencia de votos hizo que la coalición soberanista lograra seis escaños, uno menos que la formación jeltzale. Aunque empatado a escaños, EH Bildu sí superó en votos al PSE, que cedió tres parlamentarios con respecto a las elecciones de 2009. El tercer factor era tratar de recortar terreno en Bizkaia, tradicional feudo del PNV. Sin embargo, la formación jeltzale volvió a demostrar su supremacia en el territorio vizcaino y superó en cinco escaños a la coalición soberanista.
SIn pactos Además, a tenor de los resultados, EH Bildu no logró la llave para condicionar la gobernabilidad barajando una posible entente con el PSE. Los posibles acuerdos de izquierda entre la coalición soberanista y el Partido Socialista no podrían llevarse a cabo ya que ambas formaciones se han quedado con 37 escaños, a un parlamentario de la mayoría absoluta que se cifra en los 38 asientos en la Cámara Vasca. La posibilidad de este modo de una política de izquierdas, que condicionara a un gobierno monocolor del PNV, pierde fuerza tras los resultados de ayer.
A expensas de la valoración que realizarán hoy los responsables de EH Bildu en Donostia, se puede asegurar que, sin restar mérito a los 21 escaños obtenidos, el pequeño o gran varapalo sufrido en Gipuzkoa, y el hecho de que no pueda condicionar la gobernabilidad del próximo inquilino de Ajuria Enea con un posible pacto con el PSE, dejan un poso agridulce a las aspiraciones de la coalición soberanista.
"Pensar como país" Laura Mintegi no compareció en La Casilla hasta que estuvo escrutado el cien por cien de los votos. La candidata de EH Bildu se refirió en primer lugar a los miles de simpatizantes de la coalición que "han trabajado pueblo a pueblo y barrio a barrio" a quienes aseguró que EH Bildu no les va a defraudar y que va a llevar al Parlamento Vasco "otra forma de hacer política".
Mintegi incidió en la mayoría nacionalista que tendrá en el próximo Parlamento Vasco y aseguró que ha llegado la hora de hacer valer esa mayoría abertzale en la Cámara Vasca, lo que se puede considerar como un guiño a Iñigo Urkullu. " Es hora de empezar a pensar como país y de parar las órdenes que llegan de Madrid", manifestó Mintegi, para quien el camino emprendido ayer "no tiene marcha atrás".
Entre gritos a favor de la independencia y de la vuelta a Euskadi de los presos, Mintegi afirmó que "la fuerza que tenemos aquí es la que va a conseguir traer a nuestros presos. Los vamos a traer".
La cabeza de lista de la coalición, que calificó de "magníficos" los resultados de EH Bildu, aseguró que "es hora de decir que los vascos somos un pueblo, que vamos a seguir adelante y que no nos van a parar las imposiciones que vengan de Madrid".
Tras insistir en que este camino hacia las aspiraciones soberanistas no tiene marcha atrás, Mintegi señaló que las fuerzas que integran EH Bildu van a seguir "adelante, recabando más apoyos y uniendo cada vez a más gente a su proyecto", un proyecto que, recalcó, "es bueno para Euskal Herria". "Empezamos un camino hacia una nueva Euskal Herria, un camino que no parará hasta conseguir una Euskal Herria libre, justa y solidaria en Europa".