Bilbao. Amitad de la conversación, Javier Balza lanza una idea para la reflexión: "La Ertzaintza tiene ahora la oportunidad de su historia. Nació en periodo de guerra con el lehendakari Aguirre y siguió, a partir de 1982, en periodo de terrorismo, lo que ha tenido sus consecuencias. Ahora su oportunidad es ser una policía democrática en una sociedad en paz. Envidio a quien vaya a gestionar este periodo". El exconsejero de Interior conversa distendidamente con su dos predecesores en el cargo acerca del pasado y futuro de la Ertzaintza. Llevan años, en algunos casos muchos, lejos de la gestión política pero no pueden evitar rezumar pasión por una institución que dirigieron en los tiempos de plomo del terrorismo de ETA. Reunir en una misma mesa a quienes han ejercido el mismo cargo no siempre tiene por qué salir bien. No es el caso. Hay sintonía y orgullo de formar parte de la historia del cuerpo.
Juan Lasa (consejero de Interior de 1988 a 1991), un punto filósofo, alejado de la política activa desde hace años aunque no de corazón, disfruta de su jubilación y de otras actividades ligadas a ella. Y es que unos días antes de la cita organizada por este diario había estado desmontando la caseta del batzoki de Beasain en las campas de Foronda. "Como los jóvenes trabajan o están buscando trabajo, nos dedicamos a ello los jubilados", explica, risueño. Juan María Atutxa (1991-1998), ahora presidente de la Fundación Sabino Arana, pasa en un instante de fruncir el ceño y resaltar su punto de vista con un contundente golpe en la mesa a contar una emotiva anécdota con el carácter de su suegra como protagonista. Tras la interinidad de dos meses como consejero de Juan Manuel Martiarena, a Atutxa le sustituyó en el cargo Javier Balza (1999-2009). Reflexivo, mide sus palabras, una virtud que se le presupone a todo abogado, profesión que ejerce en un bufete de Bilbao. Solo al final del encuentro se permite un momento de relajación y coge de la mesa un caramelo de cortesía.
de la ertzaña a la ertzaintza La singularidad del origen de la Ertzaintza preside el primer intercambio de pareceres. Juan Lasa rompe el fuego: "No hay que olvidar que aunque el iniciador de la Ertzaintza moderna fue el sailburu Luis Mari Retolaza con la puesta en funcionamiento en 1982, fue el lehendakari José Antonio Aguirre quien en 1936 creó la Ertzaña, que tuvo que conjugar su misión policial con la protección y defensa de Euskadi, y del gobierno de entonces en una situación de guerra". La referencia histórica no es baladí, en opinión de Javier Balza: "Es imprescindible recordar que estructuras básicas de este país, como son la Ertzaintza o el Concierto Económico, no son una creación de la transición tras la dictadura. La Ertzaintza no se ha creado en una ley ni en el Estatuto ni en la Constitución; es fruto de los derechos históricos de nuestro país. Las cosas no caen del cielo, las cosas se trabajan en una sociedad a lo largo de los años y por eso de la querencia por las instituciones que hay en este país".
Juan María Atutxa incide en el factor "emblemático" que para los vascos ha tenido y tiene la Policía vasca: "Para mí, es un trocito de la ikurriña y como tal hay que respetarla a tope. Cuando mi suegra vio pasar por primera vez por delante de casa al primer ertzaina motorizado de tráfico, salió a la carretera y comenzó a aplaudir a rabiar porque sentía que era la recuperación de algo emblemático. Era parte de sus propios sentimientos y del proyecto abertzale en el que creía". Llegado a este punto, Atutxa exige con su habitual rotundidad el cumplimiento de una de la características definitorias de la Ertzaintza, "que nunca ha sido respetada por algunas fuerzas políticas". Se refiere a su carácter de policía integral.
Lasa, "bisagra" como se define, entre el ya fallecido Luis María Retolaza y el propio Atutxa, incide en la lucha del primer consejero por crear una policía integral, por la que en aquella época muchos "no daban ni un ochavo". "Menos mal que Retolaza y su equipo tenían una idea clara, y el tesón necesario para llevarla a cabo. En el arranque yo era alcalde de Beasain y la encargada de la fuerza policial en aquella época era la Guardia Civil, que tenía solo dos misiones: su autodefensa y la lucha antiterrorista. Ya podía haber cualquier problema que no intervenían. Los que ponían todas las trabas habidas y por haber para la constitución de la Ertzaintza eran los que a su vez tenían no sé qué miedo de que era un cuerpo militar que iba a atacar al Estado".
doble zancadilla Atutxa habla de la "doble zancadilla" que sufrió la Policía vasca en aquellos años ochenta. Una era "fruto del temor del centralismo español" en un momento en el que "llovían todos los días uno o varios féretros sobre la mesa". Otra procedía de "aquellos que pensaban estos son hermanos nuestros y van a mirar por otra parte. Defraudamos a unos y otros porque nunca, jamás se ha demostrado que la Ertzaintza mirara a otro lado a la hora de perseguir los delitos y, en concreto, los horrendos del terrorismo".
Balza pone el dedo en la llaga al resaltar que ser una policía integral no significa solo tener las competencias de tráfico, lucha antiterrorista, policía científica o servicios de información, entre otros. "La Ertzaintza sigue sin estar integrada en la malla de seguridad europea, no está declarada policía Schengen. Es la pieza central que le falta para que sea integral. Y aquí seguimos, veinte años después, escondiendo el error. Es lo que denomina un "agujero" en la política de seguridad de Europa. "Ni la Policía Nacional ni la Guardia Civil tienen la información de seguridad de este país, la tiene la Ertzaintza. Y, si la Ertzaintza no está en Europa, que no lo está, mal para Euskadi e igual de mal para Europa". Las nuevas redes internacionales de delincuencia y el terrorismo islámico radical son ejemplos de las amenazas que acechan. Pese al empeño, todos los gobiernos del PNV han chocado con la incomprensión de Madrid en este asunto, con gobiernos del PP y del PSOE indistintamente. "Si no estamos en Europa, seremos una magnífica policía municipal, pero municipal en definitiva", sentencia.
planteamiento moderno Pero, para Balza, hay otras dos características que definen a la Ertzaintza. Una es su carácter "civil y democrático", pese a que la afiliación sindical, "fundamental", sea "molesta y contestataria" en ocasiones para los consejeros de Interior. La otra, su cualidad de policía "de proximidad". "Frente a una policía represiva, hay una policía de participación en la sociedad. Frente a la policía que está orientada a vivir acuartelada y a salir en reacción en un momento determinado, hay una policía que se diseña para estar integrada y penetrada por la sociedad y, por lo tanto, tiene un despliegue muy amplio". Este segundo modelo es el que se escogió en su momento y el que hoy cabe reactivar. Ahora, sin la losa del terrorismo y los recursos empleados en combatirlo, hay que "reconfigurar" la Ertzaintza, promoviendo también la euskaldunización de los agentes, propone Atutxa.
"Respetando estas característica de civil, integral y de proximidad -abunda Balza-, se debe hacer un planteamiento de seguridad moderno y que aborde las necesidades actuales, que poco tienen que ver con las de hace treinta años". Sin caer en el buenismo -"la policía es el garante de la libertad ciudadana y, como en todo sistema democrático, tiene atribuido el uso legítimo de la fuerza", coinciden los exconsejeros-, la época que ahora inaugura la Ertzaintza es una "oportunidad histórica" para lo que debe ser una "policía democrática en una sociedad en paz", que haga frente a nuevas formas de delito, como los asaltos a los domicilios, que se han disparado un 42% según las últimas cifras oficiales.
¿Pero se puede hablar ya en pasado de ETA?
Juan Lasa: No, tiene que dar más pasos. Debe haber un recorrido institucional y la asunción de responsabilidades.
Juan María Atutxa: Igual se puede hablar del pasado de ETA pero no de sus consecuencias. Estamos en un estadio muchísimo mejor que cuando te pegaban un tiro, pero todavía hay miradas que te arrancan la cabeza
Javier Balza: Creo que el principal ejercicio que debe hacer la sociedad, yo personalmente lo hago, es quitártelo de la chepa. Ahora se dan las condiciones para olvidarte de ellos, aunque no de exigir responsabilidad, reconocimiento y memoria.
J.L.: Es una situación individual que, si no la superas, estás perdido.
J.M.A.: Pero no se puede superar diciendo que igual tenían razón.
J.L.: No, en absoluto.
J.B.: Es verdad que no se puede pasar página en el ámbito colectivo, en el que hay que primar la memoria; pero en el aspecto individual hay que decir basta. Es un ejercicio de liberación personal.
J.M.A.: ¿Alguien piensa que el País Vasco ha perdonado a Franco? Eso no ha impedido la reconciliación, que es lo mismo que la reorganización de cara al futuro. Pero llevará mucho tiempo.
dar la cara por la ertzaintza Hace tres años, los tres exconsejeros de Interior tuvieron que salir a la palestra para defender la larga trayectoria de la Ertzaintza y de sus 8.000 integrantes en la lucha contra el terrorismo. "Tras la llegada del PSE a Ajuria Enea, salimos a dar la cara por cómo se estaba tratando la institución -relata Juan María Atutxa-. Rodolfo Ares afirmó que habían creado algo que no existió jamás, la división antiterrorista. Este señor mintió o se equivocó. Llegó al extremo de que Patxi López dijo lo mismo. Promovimos aquel encuentro para recordar a qué se dedicaron Joseba Goikoetxea, Montxo Doral y un largo etcétera de ertzainas asesinados por el terrorismo. ¿Qué estaban haciendo, mirando las barracas del parque de Etxebarria? Precisamente se dedicaban a la lucha antiterrorista y, por eso, les pusieron en el punto de mira y les asesinaron vilmente. Ares no creó una nueva división sino que revalorizó la ya existente y la cambió de nombre. Nunca le criticaré su manera de organizar la Ertzaintza pero, ¡cuidado!; no me machaque la dignidad de aquellos de dejaron la vida en el camino diciendo que ahora se hace una cosa que antes no se hacía, porque usted está atacando la institución y a las personas que han hecho posible dicha institución".
Terminemos. ¿Cómo ven el futuro de Euskadi?
J.M.A.: A unos pocos días vista, con un nuevo lehendakari, seguro.
J.L.: Hay que retrotraerse a los años ochenta, ver cómo fue posible dar la vuelta de aquella situación económica tan dramática y crear todo el valor posterior, siendo ahora una de las realidades más pujantes de Europa. Ese es el camino y yo soy optimista. Necesitamos juventud y un liderazgo.
J.B.: Tenemos las mejores condiciones para estar en primera línea, aunque será una época en que nos va a tocar sufrir. A Euskadi la veo como un país potente, situado en Europa, con todas las posibilidades abiertas. Sabiéndolo gestionar, una mala racha fortalece el cuerpo. Estoy convencido del futuro.
"Pese a que al inicio muchos no daban un ochavo, Retolaza tenía una idea clara y el tesón necesario"
"Jamás se ha demostrado que la Ertzaintza haya mirado a otro lado con los delitos ni el terrorismo"
"Si no estamos en Europa seremos una magnífica policía municipal pero, en definitiva, municipal"