madrid. El Congreso de los Diputados ha dejado sin recursos la partida presupuestaria de 2013 reservada para abonar pensiones a sus expresidentes toda vez que el último titular, el socialista José Bono, ha renunciado a la indemnización económica que le correspondía y con la que habría percibido algo más de 170.000 euros al cabo de dos años. El pasado mes de julio, y adaptando un decreto ley aprobado por el Gobierno, la Mesa del Congreso acordó por unanimidad declarar incompatibles las indemnizaciones por cese de los diputados o la del expresidente de la Cámara con cualquier otra retribución que recibiesen, tanto con cargo a los presupuestos públicos como de la actividad privada. Hasta entonces, la incompatibilidad sólo se aplicaba en caso de coincidencia de ingresos públicos. Para hacer efectiva esta norma, la Cámara abrió un plazo que concluyó el pasado 4 de septiembre para que los exdiputados que recibiesen cualquiera de estas indemnizaciones optasen entre éstas o la retribución de la actividad que estén desempeñando.
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