Lugo. El alcalde de Ourense, el socialista Francisco Rodríguez, quedó en la madrugada del domingo en libertad provisional acusado de los cargos de cohecho y prevaricación, después de prestar declaración ante la jueza instructora de la Operación Pokémon, Pilar de Lara, y con la obligación de abonar una fianza de 6.000 euros, según informó su abogado.

El alcalde llegó a la sede judicial cuando faltaban diez minutos para las diez de la mañana, pero no comenzó a prestar declaración ante la instructora hasta pasadas las 23.00 horas del sábado, lo que se prolongó por espacio de tres horas.

Finalmente, salió en libertad en torno a la una y media de la madrugada del domingo.

"Agradeceros vuestra presencia aquí, sé que lleváis mucho tiempo. Yo la verdad es que estoy un poco cansado. Hace ya 72 horas que estoy privado de libertad y ahora mismo, tenéis que entenderlo, lo único que me apetece es descansar", dijo el regidor a los medios de comunicación a la salida del juzgado de Lugo.

El alcalde matizó que confía "plenamente en la justicia".

Sobre su estado de salud, aclaró que en ningún momento llegó a necesitar respiración artificial durante su período de privación de libertad y al respecto señaló que "me sentí un poco mareado, tengo algún problema de tensión y, nada más, nada grave".

Preguntado por la posibilidad de que se plantee presentar la dimisión, dijo lacónicamente que "ahora toca descansar". Los dos directivos de la empresa Ventex que pasaron ayer a disposición judicial en el marco de la misma Operación Pokémon quedaron en libertad pasada la medianoche, después de prestar declaración ante la jueza instructora, aunque ambos salieron con cargos. Los abogados que se ocupan de la defensa de los dos directivos informaron que el delegado de la compañía en Galicia, José María Tutor, fue puesto en libertad con la obligación de pagar una fianza, mientras que a Adrián Cordero no se le impuso esta condición.

José María Tutor, prestó declaración durante unas cinco horas ante la jueza instructora de la Operación Pokémon y sus abogados indicaron que se le acusa de prevaricación y tráfico de influencias.

Comenzaba su comparecencia alrededor de las siete de la tarde y no finalizaba hasta pasadas las once de la noche. Finalmente, después de prestar declaración quedó en libertad con cargos y con la obligación de abonar una fianza de 4.000 euros, según explicó el letrado que se ocupa de su defensa. También quedó en libertad, pero en este caso sin fianza, el gerente de la empresa Ventex en Ourense, Adrián Cordero.