Bilbao. La clase política pone en cuarentena la petición de perdón a las víctimas de ETA por parte de Arnaldo Otegi. El exportavoz de Batasuna y actualmente en prisión condenado por el caso Bateragune, ha irrumpido en la precampaña electoral al hacer público Gara un extracto del libro El tiempo de las luces, en el que el dirigente de la izquierda abertzale pide "sus más sinceras disculpas" a las víctimas de ETA y afirma que siente "de corazón" si desde su posición política como portavoz de Batasuna ha añadido "un ápice de dolor, sufrimiento o humillación" a las familias de las víctimas. Otegi, que reconoce su anterior militancia en ETA, señala que a pesar de que hubo "tensión interna", la dirección de la izquierda abertzale -él era la cabeza más visible- decidió, "no sin oposición", realizar un giro de 180 grados.
Las reacciones a las palabras de Otegi no se hicieron esperar. Mientras que Iñigo Urkullu y Patxi López, no sin matices, las acogían de manera favorable, asociaciones como Dignidad y Justicia y la AVT (Asociación de Víctimas de Terrorismo) las consideraban como "una treta más de la izquierda abertzale" de cara a lograr unos buenos resultados en las próximas elecciones al Parlamento Vasco.
El presidente del PNV y candidato jeltzale en los comicios del 21-0 aseguró ayer en Lapuebla de Labarca, donde se celebró la Fiesta de la Vendimia, que espera que Otegi "sea absolutamente sincero" cuando pide perdón, e insistió en que "la revisión cítrica del pasado es la garantía de no repetición de lo que ha sido un error y un horror en el pasado". El burukide incidía de ese modo en el discurso lanzado la víspera en Donostia, donde puso el acento en el reconocimiento del dolor causado por ETA y en que es imprescindible ganar el nuevo tiempo "sin amnesias colectivas".
Iñigo Urkullu recordó que hay presos de ETA que han hecho este tipo de reflexiones de autocrítica -en alusión al grupo encabezado por Carmen Gisasola y José Luis Urrosolo- y animó a otros reclusos de la organización armada a seguir este mismo camino.
El lehendakari y candidato del PSE Patxi López, también presente en la localidad alavesa de Lapuebla, valoró el paso dado por Otegi, aunque señaló que "llega 20 años tarde". López aseguró que las palabras de exportavoz de Batasuna suponen "avanzar en una dirección que creo que es la correcta", pero, a renglón seguido, dejó claro que "veinte años tarde empiezan a reconocer lo que ha supuesto el hecho de que ellos han mantenido el terrorismo durante tanto tiempo".
El secretario general de EA y número dos de EH Bildu por Gipuzkoa, Pello Urizar, destacó el paso dado por Otegi, al tiempo que lamentó el hecho de que "los demás, por desgracia, siguen mirando desde el burladero exigiendo más pasos solo a los que estamos en la arena y comprometidos".
interés electoral Quien no otorga un ápice de credibilidad a las palabras de Otegi fue Ángeles Pedraza, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). "No creemos en la palabra de una persona que ha sido condenada por integración en organización terrorista", manifestó Pedraza, para quien lo que debe hacer el exportavoz de Batasuna es colaborar con la justicia para ayudar a esclarecer "los 300 asesinatos de ETA que aún están por resolver".
A juicio de la presidenta de la AVT, la actitud de Otegi viene determinada por los próximos comicios autonómicos puesto que "los miembros de la izquierda abertzale son tan indignos que para conseguir votos no les importa utilizar la palabra perdón o disculpas, aunque verdaderamente no lo sientan".
En similares parámetros se situó el presidente de Dignidad y Justicia Daniel Portero, para quien las palabras de Otegi -al que tildó de mentiroso e hipócrita- "son una estrategia dentro de la izquierda abertzale y ETA para que parezca que hay una reconciliación inexistente". En su opinión, lo afirmado por el miembro de la izquierda abertzale se inscribe en un "plan para conseguir votos".
Iñigo Urkullu acudió ayer a la Fiesta de la Vendimia en localidad alavesa de Lapueba de Labarca. Foto: efe