Bilbao. El tsunami que ha sacudido esta semana el PSC, por el que los cabezas visibles de su grupo parlamentario -todos ellos adscritos al sector catalanista y crítico con la actual dirección del partido- han sido relegados a puestos secundarios, se está empezando a cobrar sus primeras víctimas políticas. De este modo, el hasta ahora vicepresidente segundo del Parlament, Higini Clotas, que iba a ser sustituido por Joaquim Nadal, ha anunciado que dejará el cargo y su escaño en la Cámara en el plazo de un mes.

A ello se añade que el propio Nadal, relegado a su vez de la presidencia del grupo parlamentario socialista, desveló ayer que no repetirá en las próximas elecciones autonómicas, aunque permanecerá en política. No es el caso de otra de las afectadas, la exconsellera de Salut Marina Geli, que con esta remodelación iba a perder la presidencia de la comisión de asuntos institucionales y que se plantea dejar la actividad política.

Los cambios impulsados por el líder del PSC, Pere Navarro, que pretenden confirmar el cambio de rumbo iniciado en el Congreso de diciembre en el que sustituyó a José Montilla, así como cortar las alas a la corriente crítica, no están saliendo gratis. Clotas, el diputado más antiguo de la Cámara -ha estado presente en todas las legislaturas, desde 1980-, ha decidido abandonar por "coherencia", según fuentes del PSC. Por su parte, Nadal esperará un mes para decidir si acepta el cargo de Clotas, y Geli supedita su continuidad al proyecto que salga de las futuras primarias.