PALMA. Ruiz-Mateos ha llegado a las 8.02 horas a los juzgados detenido, pero sin esposar, en un vehículo policial que ha entrado por la rampa trasera de los juzgados, la zona de acceso para las conducciones de presos y arrestados.
Al descender del vehículo policial, el empresario se encontraba con mala cara y cabizbajo, y al ser preguntado por una periodista que cómo se encontraba, ha contestado: "Me estoy muriendo".
Ruiz-Mateos ha llegado detenido a los juzgados por no acudir en tres ocasiones a declarar como imputado en una causa judicial abierta por la compraventa de un hotel en Mallorca en la que una juez de Palma investiga la supuesta comisión de delitos de estafa, administración desleal y alzamiento de bienes.
Tras su arresto ayer en Madrid, Ruiz-Mateos fue trasladado a la Jefatura Superior de Policía de Baleares, donde ha pasado la noche hasta su puesta a disposición esta mañana del juzgado de instrucción número 3 de Palma, donde la juez de refuerzo María Pascual tiene previsto tomarle declaración en torno a las 9.00 de la mañana.
Ruiz-Mateos fue detenido ayer por la mañana en su domicilio de Somosaguas en aplicación de una orden de la juez de Palma y tras su paso por la comisaría de Pozuelo de Alarcón (Madrid) y un centro de salud, donde fue sometido a un reconocimiento, fue trasladado a Palma en avión.
El empresario ya fue arrestado la mañana del pasado miércoles día 22 y pasó todo el día en la misma comisaría de Pozuelo, en cumplimiento de una anterior orden de detención que dictó la jueza para asegurarse su presencia el jueves 23 en su tercera citación por la misma causa, una supuesta estafa en la compra de un hotel en Mallorca.
Finalmente y de madrugada, la jueza le puso en libertad por "razones humanitarias", aunque con la obligación de comparecer al día siguiente en el Juzgado, al que no acudió alegando problemas de salud.
Ruiz-Mateos está citado a declarar como imputado por la ampliación de la querella de Francisco Miralles en relación con la compra del hotel Eurocalas de Mallorca, que acusa al empresario jerezano, junto a sus hijos varones, de estafa de 13,9 millones de euros como avalistas de un sobrino que adquirió el establecimiento por 24 millones de euros.