bruselas. El Congreso de los Diputados dio luz verde ayer a los objetivos de déficit para los años 2013-2015 y al techo de gasto del año que viene sólo con el apoyo de PP y UPN y la abstención de Foro de Asturias. En concreto, el texto contó con un total de 177 votos a favor, 140 votos en contra y 1 abstención. Así, el límite máximo de gasto para 2013 salió adelante sólo con los 176 votos del PP y el del diputado de UPN, mientras que en contra votaron 140 diputados (PSOE, Izquierda Plural, UPyD, CiU, PNV, ERC, Amaiur, BNG, CC, GeroaBai), y se abstuvo el único parlamentario de Foro de Asturias.
De esta forma, toda la oposición en bloque, menos UPN, mostró su rechazo a los objetivos de estabilidad y al límite de gasto para el año que viene por la política del Gobierno, basada únicamente en la austeridad y dejando de lado el crecimiento.
En cualquier caso, la mayoría absoluta del PP, el apoyo de UPN y la abstención de Foro fueron suficientes para sacar adelante ambas cosas y aprobar así los nuevos objetivos de déficit, que pasan por reducir el saldo negativo de las cuentas públicas desde el 6,3% previsto para este año al 4,5% en 2013, al 2,8% en 2014 y al 1,9% en 2015.
Así el objetivo de déficit de las administraciones públicas será del 4,5% del PIB en 2013. En el caso del Estado será del 3,8% y del 0,7% en el de las comunidades autónomas. Para 2014, el límite déficit será del 2,8% del PIB, que en términos desagregados se traducirá en un límite para el Estado del 2,7% y para las comunidades autónomas del 0,1%.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, admitió que 2013 será "difícil" y de "ajustes", pero también deberá ser "el último año de recesión económica" porque "no hay más tiempo" para que continúe la actual destrucción de empleo y para seguir financiando "administraciones ineficientes".
Aseguró que la política económica presupuestaria en 2013 será de "continuidad" con la corrección del déficit. El ministro aseguró: "Vamos a corregir el déficit para abrir la esperanza a la creación de empleo y a la correcta financiación de la economía española". Por ello, subrayó que el Gobierno quiere llegar a "acuerdos", tendió la mano a los grupos parlamentarios y les reclamó que sean "realistas".