Madrid. Los cooperantes Ainhoa Fernández de Rincón y Enric Gonyalons llegaron ayer a Madrid, sonrientes y en buen estado de salud, después de poner fin a la pesadilla vivida durante casi nueve meses de secuestro en el norte de Mali a manos de un grupo islamista radical. Tras bajar las escalerillas del avión con gesto de emoción y caminar unos metros, Fernández de Rincón y Gonyalons se abrazaron con júbilo a sus allegados junto a la pista de aterrizaje. El recibimiento fue en la intimidad, ya que sólo se permitió que una cámara de televisión y un fotógrafo registraran la bienvenida. Foto: efe