el cairo. La Cámara baja del Parlamento egipcio reanudó ayer sus sesiones después de que el presidente del país, Mohamed Mursi, revocara su disolución, pero horas más tarde el Tribunal Constitucional ordenó la suspensión del decreto presidencial. En una sesión relámpago de apenas doce minutos, el presidente del Parlamento, el islamista Saad Katatni, defendió a Mursi por haber restablecido las actividades y prerrogativas de la Cámara, disuelta anteriormente por la Junta Militar. "El decreto del presidente (del pasado domingo) no afecta al fallo del Tribunal Constitucional, sino a la decisión de la Junta Militar de disolver la Asamblea del Pueblo (Cámara baja)", apuntó Katatni.
El presidente del Parlamento se refería así a la sentencia del Constitucional, que el pasado 14 de junio anuló los últimos comicios legislativos por irregularidades, ya que representantes de partidos políticos habían concurrido como independientes, a los que la ley electoral reservaba un tercio de los escaños de la Cámara baja.
La Junta Militar que gobernaba entonces el país de manera provisional se basó en esa sentencia para disolver el Parlamento y desde entonces retiene en sus manos el poder legislativo hasta que se constituya una nueva asamblea. Sin embargo, horas después de la sesión el Constitucional ordenó la suspensión del decreto promulgado por Mursi para restablecer la Cámara baja del Parlamento, según informó la televisión estatal egipcia.
En la sesión de ayer, Katatni optó por trasladar el caso a la Corte de Casación ante las dudas sobre la aplicación del fallo del Constitucional, y aplazó la sesión parlamentaria sin fijar una nueva fecha.
La reunión de la cámara, dominada por los islamistas del Partido Libertad y Justicia (PLJ, de los Hermanos Musulmanes), se celebró pese al boicot de los principales grupos liberales y laicos como el Bloque Egipcio y el Wafd, que rechazaron el decreto del presidente.
La portavoz del Partido Socialdemócrata, Hala Mustafa, cuyo grupo pertenece al Bloque Egipcio, declaró que ningún diputado de esta coalición participó ayer en la sesión y que algunos han boicoteado el actual Parlamento de forma definitiva. Entre los que sí asistieron, el miembro del PLJ Mohamed Abdel Rahman detalló que se está estudiando repetir las elecciones de manera parcial o incluso celebrar un referéndum popular.
A las afueras del Parlamento y en la cercana plaza de Tahrir, miles de personas se congregaron para respaldar con cánticos y pancartas la restitución de la Cámara, así como para mostrar su respaldo al nuevo mandatario, siguiendo la consigna de los Hermanos Musulmanes. "Apoyo a Mursi porque lo hemos elegido en democracia y, tras treinta años de represión, queremos vivir tranquilos", dijo uno de los manifestantes, Ramadán Abdel Hamid.
La batalla por el Parlamento continúa mientras tanto en el Tribunal Supremo Administrativo, que aplazó hasta el próximo 17 de julio los casos relacionados con la Cámara baja, entre ellos el citado fallo del Constitucional.
La corte tenía que pronunciarse hoy sobre este asunto, así como sobre el polémico caso de las enmiendas constitucionales, que también fue retrasado para la siguiente semana.
El pasado 17 de junio, la Junta Militar emitió una serie de cambios a la declaración constitucional que está vigente desde marzo del año pasado, en ausencia aún de una nueva Constitución.
Según estas enmiendas, la cúpula castrense se reservaba una serie de prerrogativas para los asuntos militares, al tiempo que retomaba el poder legislativo tras ordenar la disolución del Parlamento.
El Tribunal Administrativo deberá además analizar el próximo martes una serie de recursos sobre la composición de la Shura o Cámara alta del Parlamento y sobre la Asamblea Constituyente.