¿Tiene la Policía orden de elaborar un fichero con datos que recaba sobre nuestras filiaciones y actividades políticas? Esto es lo que quiere saber Amaiur, que ayer registró en el Congreso una batería de 14 preguntas destinadas a iluminar este espacio sombrío descubierto precisamente por los propios agentes.

La liebre la hizo saltar la Unión de Guardias Civiles al denunciar una dinámica "delictiva" dentro de este Cuerpo: la que supone la elaboración de un archivo ideológico que estaría asignando a los ciudadanos "antecedentes policiales" vinculados al terrorismo según sus actividades; una práctica -detectada especialmente en Navarra- que a su juicio supone una clara "vulneración de la protección de datos" ejecutada "de manera indiscriminada".

La historia que ahora llega a las Cortes españolas viene de lejos. Ya en su día, tanto la asociación de abogados de Euskal Herria Eskubideak, como la Asociación Europea de Abogados Demócratas, denunciaron la existencia de estos archivos durante el proceso de legalización de Bildu, cuando a su juicio se escarbó en ellos para detectar la posible "contaminación" de los candidatos de unas listas que fueron examinadas con lupa para detectar la posible continuación de las "actividades delictivas" de Batasuna bajo la alargada sombra de la Ley de Partidos. Incluso desde latitudes tan lejanas como Sevilla, el defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, encabezó hace un año una investigación para esclarecer la existencia de "ficheros ideológicos de activistas" sin antecedentes policiales ni penales, que serían manejados por el Cuerpo Nacional de Policía "con conocimiento de la Delegación y Subdelegación del Gobierno en Sevilla", según denunció.

"afín a la izquierda abertzale" Esta misma semana, ante una serie de preguntas con las que UPN quiso saber si Interior tenía controladas a la asociaciones Nafarroa Bizirik y Nabarralde -planteando directamente si Interior conoce cuáles son "los fines" que persiguen o quiénes "las integran", y si estos "están fichados" por la Policía "debido a sus relaciones con organizaciones ilegalizadas como Herri Batasuna"-, Interior ha respondido con unos datos que para Amaiur evidencian la existencia de este archivo.

El Ministerio no sólo admite tener "conocimiento" de su existencia, sino que dice saber cosas como que el portavoz de Nafarroa Bizirik "es un activo miembro de la izquierda abertzale en Navarra" o que su sede es "un lugar frecuentado por destacados miembros" de este sector y, en el caso de Nabarralde, no duda en recordar que el historiador Tomás Urzainqui -autor de diversos libros de éxito- "ha participado en numerosos actos protagonizados por miembros de la izquierda abertzale", lo que para el diputado soberanista Jon Iñarritu prueba que estos archivos existen y que Interior "echa mano de ellos cuando lo necesita".

Por ello, aunque Rajoy desmintió el miércoles esta denuncia, Amaiur seguirá presionando para saber si la práctica es real, qué base jurídica la sustenta y cuántos ciudadanos pueden estar ideológicamente fichados.