vitoria. La ponencia de paz que alberga la Cámara vasca va entrando en materia y ayer lo hizo de la mano de Alberto Spektorowski; uno de los miembros del Grupo Internacional de Contacto que lidera Brian Currin y que estos días vuelve a estar en Euskadi para ofrecer su experiencia de cara a "facilitar la resolución del conflicto" vasco.

La presencia de Spektorowski había creado una cierta expectación por cuanto el PP decidió por primera vez dar la espalda a esta ponencia para no "perder el tiempo" con los que definió como "personajes que están al servicio de Batasuna" -una decisión ridícula y meramente "propagandística" para UPyD-. Sin embargo, este experto asesor bregado en escenarios tan convulsos como el palestino-israelí pronto dejó temblando los argumentos populares al dirigir sus reclamaciones especialmente a la misma izquierda abertzale a la que el PP acusa al GIC de representar. "Entiendo los miedos de un partido de derechas" a participar en este tipo de foros de diálogo junto a alguien que viene a hacer un planteamiento "inclusivo", dijo, aun matizando que no los comparte. Pero, a continuación, añadió: "entiendo menos" la postura de una izquierda abertzale ilegalizada que, reprochó, "fue invitada" a sentarse en este foro y "paradójicamente" se excluyó dando unas razones -básicamente, no poder participar en pie de igualdad con las formaciones representadas actualmente en la Cámara- que calificó como "no del todo convincentes".

"optimismo" en pocas palabras Consciente de su responsabilidad, y del rechazo que la participación de su equipo despierta en los sectores más reacios a apostar por el diálogo como vía hacia la normalización de la escena vasca, y con el Gobierno Vasco aún haciendo equilibrios -"Euskadi no necesita mediadores", pero habrá que "escuchar su exposición para ver si aporta", dijo ayer Idoia Mendia-, Spektorowski midió cuidadosamente el resto de sus pasos para no pisar alguna de las minas políticas que aún asfaltan Euskadi.

Así, a su salida de la reunión, eludió valorar las últimas detenciones de miembros de ETA, las ásperas palabras con las que Interior rechaza su presencia -ayer el jeltzale Joseba Egibar se vio obligado a pedir más "respeto" y menos "descalificaciones"-, e incluso los resultados extraídos por sus compañeros del GIC en estos días de trabajo en suelo vasco. Asimismo, nada adelantó de su comparecencia en este foro, que se esperaba centrada en aspectos como la legalización de Sortu o la situación de los presos; una cuestión sobre la que ya ha pedido tanto al Gobierno como al propio colectivo de internos dar pasos -"flexibilidad" y algún tipo de "arrepentimiento" respectivamente- para allanar el camino hacia la paz.

Eso sí, el mediador se mostró "optimista" ante la posibilidad de que la paz arraigue por fin en la "nueva época" que vive Euskadi, y resumió su encuentro con esta comisión parlamentaria como "muy interesante", por lo que animó a todos los agentes invitados a que no pierdan la oportunidad de participar en ella.