Presidente de la Coalición Syriza

Es joven, dinámico y está considerado como la estrella en ascenso de la izquierda griega. Alexis Tsipras nació en Atenas tres días después de la caída de la junta militar griega, en 1974. Tiene 37 años y es ingeniero civil de profesión. Su acercamiento con la política comenzó a edad temprana, con 17 años, cuando el gobierno de derechas amenazó con implementar una reforma educativa en 1991 que causó gran indignación popular. Entonces, Tsipras lideró la ocupación de un colegio secundario durante varios meses; esa movilización estudiantil logró concesiones del gobierno griego. Entre 1999 y 2003 lideró el grupo juvenil de izquierdas Neolaia Syn. Tras su paso por las juventudes comunistas, Tsipras saltó a la fama política tras ser elegido concejal de Atenas en 2006 cuando su partido logró el 10,51% de los votos y cuatro asientos en el consejo municipal. Tsipras promovió el sistema de transparencia y acción social Ciudad Abierta para la capital. Tras su victoria en Atenas, el joven izquierdista griego fue elegido presidente del partido Synaspismos en 2008. Tsipras tenía entonces 33 años y se convirtió en el político griego más joven en liderar una formación con presencia en el parlamento.

Un año más tarde, él mismo fue elegido como diputado en las elecciones generales de 2009 y fue votado unánimemente por la Coalición de Izquierda Radical como líder del grupo parlamentario. Esta coalición representa un grupo de 20 formaciones de ideologías de izquierda, que van desde los más ecologistas hasta los maoístas. Durante aquella campaña, Tsipras recorrió los barrios de Atenas y trató de hacer contacto directo con los votantes. Tras su ascenso político se esconde una gran capacidad de oratoria y un carácter amable y cercano. Sin embargo, también enfrentó críticas durante las fuertes protestas que tuvieron lugar en 2010 y acusaciones de incitar a la violencia.

Ahora, Tsipras, quien podría ganar las elecciones griegas del próximo junio, aboga por mantener a Grecia en la eurozona y rechaza con vehemencia las medidas de ajustes impuestas por la troika -Unión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo-. Esta posición le está valiendo la simpatía de muchos griegos, hartos de los recortes y asfixiados por la grave situación económica que enfrenta el país.